¿La semifinal más alta de la historia?

Joseba Ezkurdia, que mide 1,91 metros, es el más alto de ambos. No anda lejos Mikel Urrutikoetxea con su 1,89. Les separan dos centímetros. El promedio se sitúa por lo tanto en un 1,90 complicado de superar.

Eso no significa que Ezkurdia figure a la cabeza del ránking de estatura en semifinales del Manomanista. Comparten tal honor Beñat Rezusta y Antxon Maiz, con sus 1,92. El zaguero zurdo de Bergara se clasificó para las de 2017. Le cerró el paso Iker Irribarria, otra torre de 1,87, en el Astelena de Eibar.

El gigante de Arantza también medía 1,92 cuando logró el pase a la final de 1980 tras eliminar al azkoitiarra Andueza VI. Después cayó 22-14 en el encuentro por la txapela ante Retegi II, que inició en esa edición un reinado que le conduciría a sus once títulos.

Curiosamente, la final del Manomanista de Segunda de 1976 entre el propio Maiz II con su 1,92 e Iñigo Salbidea con su 1,91 supera el registro que Urrutikoetxea y Ezkurdia están a punto de establecer en la competición de Primera. Entre ambos zagueros sumaban tres centímetros más que el delantero de Zaratamo y el de Arbizu juntos: 3,83 metros por 3,80.

«Eran otros tiempos», precisa Antxon Maiz. «Aquella final se disputó en Donostia, en el frontón Anoeta -en la actualidad Atano III-. Además de nosotros dos estaba Etxenagusia, otro pelotari muy espigado que se manejaba bien en el Manomanista. Los más altos eran los zagueros. Ahora, en cambio, encontramos delanteros de nuestra estatura que se desplazan con una rapidez impensable en mi época para hombres tan grandes. Urrutikoetxea y Ezkurdia son dos claros ejemplos de lo que digo. Es posible que entonces hubieran jugado de zagueros».

Apostilla el gigante de Arantza que «nosotros nos desenvolvíamos a bote en el mano a mano en toda la cancha. Irujo cambió por completo esta disciplina. Es otro estilo, otra forma de golpear la pelota, de desplazarse... Tiene poco que ver con lo que hacíamos nosotros».

Mikel Urrutikoetxea ha destacado por su estatura desde niño. Lo recuerda su mentor Mikel Etxegia, el goizuetarra que dirigió sus pasos desde temprana edad. «Urruti siempre ha sido delgado y espigado. Y ligero de peso. Poco antes de dar el salto a profesional rondaba los 70 kilos. Fue después cuando comenzó a echar más cuerpo». Su ficha de Baiko le sitúa en 84.

Aunque Urrutikoetxea, nacido en 1989, es dos años mayor que Ezkurdia, de 1991, han coincidido en categorías inferiores. Etxegia los vio enfrentados en más de una ocasión. «Joseba formaba pareja con Lukin y ya llamaba la atención por su corpulencia. Era un morrosko. Ahora bien, se movía rápido sobre la cancha. Lo que costaba meterle el tanto. Como ahora».

Preguntamos a Ezkurdia cuándo pegó el estirón hacia arriba. «De niño era más bien pottolo. Yo diría que crecí bastante siendo cadete, hacia los 15 años». Ahora está en 95 kilos. Por cierto, el lunes completó un buen entrenamiento en el propio Bizkaia con... Iker Irribarria.