Tras los pasos del padre y del hermano

El Astelena alberga este sábado por la tarde una atractiva primera jornada de semifinales del Torneo Bankoa ABANCA-DV compuesta por tres partidos de alto interés. Apezetxea y Ander Arroita (Arrigorriaga, 2004) buscarán el pase a la final de promesas ante Ekhi Irribarria (Arama, 2005) y Ionan Peñalver (Tafalla, 2004). Unos minutos antes quedará resuelta la eliminatoria del cuatro y medio entre Miriam Arrillaga (Aginaga, 2000) y Laia Salsamendi (Isaba-Etxauri, 2006). Cierra el cartel el choque sénior protagonizado por Unai Mata (Pamplona, 2000) y Jon Lazkoz (Arbizu, 2000), de un lado, e Iñaki Elola (Bidania, 1998) y Antton Apezetxea (Goizueta, 2001), de otro. Por cierto, no existe vínculo familiar entre los dos Apezetxea, apellido común en el pueblo natal de ambos.

Recién restablecida de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla que le apartó de las canchas casi un año entero, Salsamendi es una manista que engancha al pelotazale, variada, elegante y con toque. Tendrá enfrente a Miriam Arrillaga, subcampeona del mundo de frontball.

En promesas, Irribarria y Peñalver, diestros ambos, suman más pegada que Beñat Apezetxea y Arroita, por lo que en principio atacarán y presionarán atrás. Al de Goizueta, por contra, parece interesarle atraer el juego a los primeros cuadros por su capacidad defensiva y rematadora.

Si Beñat Apezetxea busca seguir los pasos de su padre, Ekhi Irribarria quiere emular a su hermano mayor Iker, vencedor del Torneo Bankoa ABANCA-DV en 2014 junto a Aitor Irusta en la categoría de mayores. Año y medio después ganaba la primera de sus dos txapelas manomanistas.

Mata y Lazkoz causaron buena imagen en su estreno de Soraluze. El de Iruña, ligado a los futuribles de Aspe desde antes de la pandemia, es uno de los delanteros punteros de la categoría. Como Elola, subcampeón de este torneo en 2019. Terminó con las manos tocadas en su victoria de cuartos de final. Recuperado a tiempo, intentará causar estragos con el saque, mandar con su potente derecha e imponer el ritmo que le interesa. Le acompaña un Antton Apezetxea obligado a igualar la constancia del rocoso Jon Lazkoz.