Jaka y Eskiroz pescan en el pinchazo y el caos de Zabaleta

La tarde se le truncó este sábado a José Javier Zabaleta en el Labrit de Pamplona. No solo porque perdió a pesar de que la baja de Jon Mariezkurrena durante la semana por un mal de manos y la entrada de Eskiroz como recambio parecía allanarles el camino hacia la victoria, sino por todo lo que medió antes del 22-10 con el que Jaka y el de Makirriain derrotaron a Peio Etxeberria y el zaguero de Etxarren, por quienes la cátedra se inclinó con rotundidad. Los corredores de apuestas ofrecieron momios de salida de 25 a 100 por abajo.

Zabaleta entró por primera vez al vestuario para recibir atención médica con el 4-5, cuando todavía iban por delante en el marcador. Se le había movido una lentilla. Fue el inicio del posterior desconcierto, que derivó en caos.

José Javier Zabaleta pidió de nuevo entrar al vestuario con 9-6 tras notar «un pinchazo en la cara interna del muslo derecho», según reveló el doctor José María Urrutia, galeno de Aspe. Le colocó un vendaje funcional con el que un pelotari que ya no fue ni la sombra del que conocen los pelotazales pudo seguir y acabar el encuentro. Errores continuos, falta de dominio, ningún derechazo marca de la casa...

Jaka y Eskiroz, perfecto guardián de su zona y atrevido incluso a la hora de jugársela con la volea de zurda del 4-5 y la dejada al txoko del 9-6, pescaron en río revuelto, en un encuentro de solo 296 pelotazos y 53 minutos sumada la triple estancia de Zabaleta en el vestuario.

Pudieron ser cuatro las visitas al gauardarropa si los jueces hubieran atendido la solicitud del zaguero de Etxarren con 18-10. Agotado el cupo de dos descansos de la pareja en el 9-6, le negaron el intento de entrar al vestuario para retirarle el primer vendaje, algo que el propio pelotari llevó a cabo en el set de descanso. En el tanto siguiente, el 19-10, el equipo arbitral sí aceptó la nueva petición del pelotari, acompañada por la del doctor Urrutia, que le colocó un nuevo vendaje para acabar un duelo que ya se le había ido de las manos.

Ajenos al desbarajuste en el bando azul, Jaka y Eskiroz mantuvieron la calma y aprovecharon una a una las circunstancias favorables para sus intereses. El delantero de Lizartza acertó en el remate de la misma manera que hace cuando juega con Mariezkurrena II. Buena señal. Apenas dejó escapar oportunidades.

Iosu Eskiroz hizo gala de la solvencia que le distingue cada vez que los técnicos de Baiko recurren a sus servicios para solventar contingencias en Primera. Ya lo hizo el año pasado al lado de Peña II, con quien hace quince días había puesto en serios aprietos a los propios líderes, Jaka y Mariezkurrena II. Esta vez se merendó a los segundos clasificados, entre los que tampoco Peio Etxeberria encontró respuestas a la debilidad del compañero.

Ahora toca esperar a conocer el alcance de la dolencia de Zabaleta. No dio la impresión de que sus molestias alcanzaran el grado de rotura fibrilar, pero eso solo lo descubrirán las pruebas médicas pertinentes.

Jaka y Mariezkurrena II, que unen su triunfo a la derrota de Altuna III y Martija en Bilbao, ya tienen asegurado un billete directo a la liguilla de semifinales.