Poquito más cabe pedirle a Altuna III

Corto de rodaje, el transcurso de las jornadas del Campeonato de Parejas debía dar a Aranguren ese punto que se le echaba en falta. Entre resultados adversos -incluido el doloroso 22-3-, la fisura en el dedo anular de la mano izquierda sufrida en Barcelona y las urgencias clasificatorias, no hay manera de reconducir la situación.

La parada al txoko después de dos cortadas en el 4-4. Remates perfectos como la dos paredes de zurda desde la pared izquierda sin apenas espacio para terminar el recorrido del brazo en el 5-5. Otra dos paredes marca de la casa, esta de derecha, que provocó tras el 6-6 el «lo, lo, lolololo, Jokin Altuna» del público. El engaño con la dejada cuando todo el mundo creía que iba a pegar un derechazo atrás en el 11-11.

Doce tantos de jugada, implicación tal en un partido fundamental para la suerte de las dos parejas desde el punto de vista clasificatorio, apoyo incondicional al compañero dentro de la adversidad... Poquito más de lo mostrado esta vez en el Astelena cabe pedir a Altuna III.

Falló menos que otros días Aitor Aranguren. Ahora bien, Altuna tuvo que fabricarse cada oportunidad de remate por sí mismo. Cuando dejó pelota servida, el compañero evidenció esa carencia que no acaba de corregir: apenas goza con la derecha. Ni altura, ni velocidad.

Al principio de la competición, las aptitudes de Altuna III y Aranguren invitaban a pensar que podían formar una dupla rocosa en defensa y costosa de superar. Da la impresión de que el campeón manomanista ha aparcado esa opción y prefiere ahora mismo explotar el saque-remate -le proporcionó cuatro tantos este miércoles- y jugársela en cuanto se presenta la ocasión. La dificultad aumenta cuando te autoimpones la obligación de aprovechar cada oportunidad porque va a tardar mucho en llegar la siguiente y además supondrá un esfuerzo extra por tu parte.

Jaka e Imaz navegaron con el rumbo correcto. Su carta náutica indicaba que tocaba formar una pareja seria, fallar poco, sujetar en la medida de lo posible las embestidas de Altuna, dominar atrás y esperar a las ocasiones propicias para que el de Lizartza se lanzara preferiblemente a por el gancho sin olvidarse de intercalar alguna parada al txoko.

Dominó Imaz en cuanto entraban al peloteo y la entregada del zaguero de Aginaga llegaba tarde o temprano. No acostumbra a perdonar Jaka cuando la oportunidad es pintiparada. Seis de sus ganchos terminaron en tanto.

La porfía acompañada de clase a raudales de Jokin Altuna permitió a los de Aspe adelantarse 17-14. El amezketarra chocó contra la enorme defensa de Imaz en el siguiente tanto, que acabó con un error de sotamano de zurda de Aranguren con el depósito de la reserva encendido. Imaz firmó el 17-16 de una dejada al txoko después de dos grandes derechazos. La remontada estaba en marcha.

Un partido serio afianza a Jaka e Imaz en posiciones de playoff, mientras Altuna III y Aranguren siguen sin despegarse de las plazas de peligro.