Aspe se coloca en los tacos de salida

Una representación formada por Joseba Ezkurdia, Iker Irribarria, Jokin Altuna, Beñat Rezusta y José Javier Zabaleta -principales figuras del cuadro- se reunió la mañana de ayer con Fernando Vidarte durante aproximadamente hora y media para ultimar los flecos de unas negociaciones que arrancaron la semana pasada.

Aunque no han trascendido detalles, la entente contempla una reducción de los emolumentos de los pelotaris para adecuarse a las nuevas condiciones, que van a suponer un descenso en los ingresos por taquilla para las empresas debido a que se contemplan restricciones de asistencia a los frontones.

Las dos partes quedan a la espera de cómo se vaya a desarrollar la actividad en los próximos meses. La desaparición de las limitaciones de aforo podría contribuir a recuperar la situación anterior al estallido de la crisis del coronavirus. También habrá que ver el número de festivales que se venden por los pueblos en julio y agosto.

Aspe dispone de un cuadro formado por 22 pelotaris, de los que solo Pedro Ruiz está pendiente de renovación en estas fechas. En principio, parece que la empresa cuenta con los servicios del zaguero riojano.

Una vez expirado el ERTE, los pelotaris podrán volver el lunes a los entrenamientos de empresa a las órdenes del director técnico Jokin Etxaniz y del intendente Jon Apezetxea, quienes se encontraban en la misma situación laboral de sus pupilos. Estos volverán a recibir unas instrucciones que les faltaban desde mediados de enero por dos razones. En primer lugar, por el confinamiento ordenado por las autoridades y posteriormente, una vez iniciadas las fases de desescalada, porque el ERTE les ha impedido desarrollar su trabajo.

«Estamos contentos», señala Jokin Altuna respecto al acuerdo alcanzado. «Lo que nos falta ahora es volver a los entrenamientos con los técnicos y centrarnos en la pelota, sin necesidad de estar pendientes de otros temas. Habrá que estar lo mejor preparado posible para la llegada de los festivales y de la competición».

Estas últimas semanas el amezketarra ha realizado solo ensayos a nivel particular. «La semana pasada hice uno dentro del cuatro y medio. La inactividad se nota y tenía castigada la zona de los aductores. Estar tanto tiempo sin llevar a cabo sesiones intensas de frontón pasa factura».

La posibilidad de volver a programar partidos de mano profesional a primeros de julio parece más cercana gracias al entendimiento alcanzado en las filas de Aspe. El Ayuntamiento de Irun ya mostró hace un mes su disposición a mantener el tradicional festival del 1 de julio por la tarde en el Uranzu, enmarcado habitualmente en las fiestas de San Marcial. Este año cae en miércoles y Euskal Telebista ya ha anunciado su intención de emitir en directo el acontecimiento.

Aspe y Baiko parecen dispuestas a tirar hacia delante si las medidas sanitarias aceptan una asistencia del 50% a los frontones. Se comenta incluso que el Gobierno Vasco anunciará el próximo lunes su permiso para cubrir un aforo del 60%. Habrá que esperar.

Con los pelotaris embarcados a partir del lunes en los entrenamientos, responsables de Aspe deberán ponerse manos a la obra para dibujar un protocolo tanto para los pelotaris como para el público bajo las directrices marcadas desde el departamento de Salud. El hidrogel, las mascarillas, las distancias de seguridad, evitar aglomeraciones, la desinfección de la cancha y de las pelotas pueden formar parte del próximo decorado de este deporte.