El sueño de Ion Elarre y Vicky Alonso
Carreras de caballos. El entrenador donostiarra y la jocketta santanderina rememoran su histórico triunfo con 'City Gent' el pasado domingo en el Gobierno Vasco
Martes, 24 de agosto 2021, 02:00
Unas horas después de ganar el Gobierno Vasco, Ion Elarre y Vicky Alonso levitan después de todo lo vivido. «He dormido de maravilla» decía el ... preparador de City Gent, orgulloso de lo conseguido. «Nos juntamos seis para cenar en la Sidería Iruin de Zubieta. Lo quería celebrar con el equipo y con Vicky. Con mis padres, que son los propietarios, ya lo festejaré con más tranquilidad». A su lado, la imborrable y risueña sonrisa de la joven jocketta que condujo a la gloria al castaño de la cuadra Alvela: «es un sueño. Todavía me cuesta creer que ha pasado»repetía.
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La alianza empezó a fraguarse en la primera jornada de la temporada de verano. Aquel 3 de junio Vicky se subía a lomos de City Gent por primera vez. Ganó una primera parte de hándicap por tres cuerpos. Pensar en disputar siquiera una carrera como el Gobierno Vasco parecía una osadía, pero el preparador donostiarra lo tuvo claro: «es un caballo que no para de subir de valor y ella demostró entenderle a la perfección. Por eso le prometí que, si corría bien en la preparatoria, le montaría en el Gobierno Vasco».
Con 19 años y la licencia de jocketta recién estrenada, Vicky recogió el guante con la naturalidad y valentía de la que lleva toda la vida subida a un caballo. «Sí que notaba la presión por ser un gran premio, pero no me puse nerviosa. Soy muy tranquila y tenía claro lo que tenía que hacer». Pasó la semana montando en las carreras de Sanlúcar de Barrameda y recorriendo los 1012 kilómetros que separan las playas gaditanas del hipódromo donostiarra una idea se le vino a la cabeza: «¿Te imaginas que gano?» le dijo a su amiga y también jinete Julia Zambudio. «Qué va, es casi imposible» zanjó casi al momento.
Unas horas después estaba en la sala de jockettas, de nuevo sentada junto a su amiga, solas tras el barullo que acompaña a la victoria. Había ganado el Gobierno Vasco. Había hecho historia convirtiéndose en la primera mujer en ganar la gran milla vasca. Un abrazo cómplice y sincero le hizo volver a la realidad. «No era consciente de lo que estaba pasando» recuerda Vicky, «creía que había sido segunda, de hecho, cuando el público me ovacionó, les dije que no, que yo no había ganado».
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Sin embargo, a la altura de las tribunas le esperaba su entrenador, lo que despertó en ella la llama de la esperanza. La llegada entre City Gent y Prince Hamlet fue tan apretada que para el ojo humano era imposible determinar quien había alcanzado primero la meta. Pasado el minuto más largo de su vida, Ion miró a la grada. Un puño al aire, como el de «Satrus». Habían ganado. Un abrazo desde el corazón y lágrimas. De agradecimiento, de emoción, de recuerdo.
Trayectorias meteóricas
Ion Elarre ha sido toda su vida aficionado a las carreras y también propietario durante muchos años. Sin embargo, el año pasado decidió ir un paso más allá y se sacó la licencia para poder entrenar a sus propios caballos. Lo que ha conseguido desde entonces parece ciencia ficción. Sus resultados en Francia son para quitarse el sombrero, superando los 200.000 euros en premios. Con su primer gran premio en el bolsillo, ha desdibujado los límites.
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Fue fiel a su palabra para mantener en la silla de City Gent a Victoria Alonso, Vicky para todos, que no tenía experiencia en este tipo de carreras. Hija del también preparador César Alonso, lleva a los caballos en su adn. Campeona de Cantabria de saltos, tuvo que elegir entre la gimnasia rítmica y el turf, pero no dudó demasiado. Debutó en mayo del 2019 como amazona y el pasado verano ganó su primera carrera a lomos de Dream Start. Desde entonces, su trayectoria está siendo meteórica y en 2021 suma ya diez triunfos.
El domingo tuvo valentía para ejecutar el plan de Elarre. «Le dije que se pegara a los palos y no los dejara». A partir de ahí, la santanderina dio una máster class. Se tumbó sobre los tubos en Bugatti (llegó a golpearse con la bota contra los palos) y tomó una ventaja que supo administrar a la perfección. «Sabía que no debía precipitarme. Tenía que guardar hasta mitad de recta. Si no, no llegaba porque la distancia es larga para él». Lo clavó. Sacó el 100% de su caballo y logró un triunfo que probablemente no habría llegado con otras manos.
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City Gent, el gladiador
«Es un caballo muy fácil de entrenar. Me ha enseñado más él a mí que yo a él» dice su preparador. Si por algo se caracteriza City Gent, es por su consistencia. Desde que se reanudaron las carreras tras la pandemia, ha corrido 24 veces en 14 meses. Una pasada. «Él me pide correr» asegura Elarre, «le tuve tres semanas sin apenas trabajar y el mozo no podía con él por las mañanas». No solo eso, además es un glotón. «Después de la carrera se ha comido todo el pienso. Y si le doy otro cubo, seguro que se lo termina». Síntoma de salud y una buena recuperación.
El castaño suma cuatro victorias en el año y luce un estado físico espléndido. Aprovechando su momento, Elarre le va a declarar hoy participante en el sprint que se disputará este domingo en Donostia. En el horizonte, un hándicap en el hipódromo de Longchamp el día del Arco del Triunfo. «Y si vamos, lo va a montar Vicky» asegura. La sonrisa de la jinete se agiganta al instante. El sueño no ha hecho sino comenzar.
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