«Me gusta la adrenalina de la competición y no me asusta»
El piloto hondarribiarra Alex Pérez debuta en el Mundial de drift en el circuito Paul Ricard de Marsella del miércoles 26 al domingo 30
Un piloto hondarribiarra participará por primera vez en los FIA Motorsports Games que se disputarán en el circuito Paul Ricard de Marsella entre los días ... 26 y 30 de este mes. Álex Pérez se presentará en el campeonato con un BMW E46 «al que he dado forma yo mismo en los últimos tres años», confiesa el piloto, recién llegado del circuito navarro de Los Arcos donde se ha proclamado campeón de España en la categoría reina de drift, la modalidad en la que se embraga a fondo, se tira del freno de mano y se derrapa. «Se trata de controlar el descontrol», resume al describir la especialidad. «Tenemos la sensación que un conductor cualquiera puede tener cuando se le va el coche en la carretera. Nosotros somos capaces de controlarlo. Es pura técnica», explica.
Pérez fue subcampeón de España de la categoría AM en 2017 y ha sido ahora cuando ha logrado el título en la categoría reina, lo que ha llevado a la Federación Española de Automovilismo a seleccionarle para el Mundial. Mañana la selección será presentada por todo lo alto en el Winzink Center de Madrid.
Serán 60 pilotos los que tomen parte en el Mundial. Es la primera vez que los Motosports Games incluyen a esta modalidad en su programa. Pérez competirá con un BMW E46 de 2007, con motor 2JZ completamente modificado a 700cv y mas de 800nm de par motor. El olor a gasolina y neumático quemado es característico del drift junto con el humo procedente de los derrapes de estos virtuosos de las cuatro ruedas. Los pilotos deleitan con derrapes, demostrando su pericia, destreza y rapidez de reflejos para manejar las potentes máquinas.
El que más se arrima
En el Mundial serán batallas de uno contra uno en las que Pérez se desenvuelve a las mil maravillas. Dicen los entendidos que es el que más se arrima. «El humo que se levanta al derrapar ciega a los conductores y él todavía es capaz de pegarse a su rival como ningún otro. Su conducción es muy agresiva. Tiene una destreza impresionante», cuenta su pareja Yanibel Díez, otra enamorada de los coches.
El piloto tiene «buenas expectativas» ante lo que le espera en el Mundial. «Hemos viajado por Europa, hemos tenido oportunidad de ver a otros pilotos y creemos que lo puedo hacer bien. La adrenalina de la competición me gusta y no me asusta», confiesa.
Propietario del desguace Ribera de Oiartzun, lo suyo son las cuatro ruedas. El vehículo con el que se presentará en Marsella es obra suya. «Hemos ido puliendo detalles hasta conseguir un vehículo muy competitivo. Se puede decir que somos dos en uno», relata. El respaldo de Ast Roll Cages ha sido importante, según dice, porque es la marca encargada de la estructura indeformable del habitáculo.
Tras el Mundial, el piloto hondarribiarra tendrá otra cita exigente porque ha sido uno de los tres convocados para participar en la Ibérica Cup, una cita entre España y Portugal que se celebrará en dos circuitos. Será en noviembre. «Tanto el Mundial como la Ibérica es un sueño para un piloto como yo que me he hecho a mí mismo. El automovilismo es un mundo exigente desde el punto de vista económico y no siempre es fácil tirar para adelante pero por suerte ahora llegan los resultados».
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