El donostiarra Eduardo Blasco, reconocido por el gobierno cántabro
El nadador guipuzcoano descarta por el momento volver a su tierra natal
El nadador donostiarra Eduardo Blasco continúa su periplo deportivo fuera de nuestro territorio pero sigue acumulando premios y reconocimientos. El último esta misma semana en el Palacio de los Festivales de Santader donde recibió, junto a otros deportistas, el reconocimiento a la excelencia deportiva del gobierno cántabro. El vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga y el director general de deportes de Cantabria fueron los encargados de entregar el galardón.
«Desde que Mario Iglesias tomara posesión ha estado siempre dispuesto a hablar con los deportistas y Gema Igual, alcaldesa de Santander, me recibe desde hace años por cada logro, como si fuera un santanderino más. Me siento muy arropado por Cantabria», señala el donostiarra que acumula medallas y récords tanto en Natación con aletas como en Salvamento y socorrismo.
«He tenido varias posibilidades en los últimos meses pero al final me he decidido por un nuevo reto en otra disciplina. A partir de ahora competiré en la modalidad de apnea pero participaré sin club, como representante de la Federación Cántabra de Actividades Subacuáticas».
Sin prisa por volver
Tras la cancelación de las competiciones en piscinas Eduardo Blasco no tiene prisa por volver a entrenar. «el Deportista de Alto Nivel hace ya muchas semanas que puede entrenar, pero aquellos atletas que hagan deportes en medios distintos o que necesiten material especial tardarán más en poder realizar su actividad adecuadamente, las piscinas ya se pueden abrir, pero eso no significa que todas lo estén».
El donostiarra, que ha recorrido media península compitiendo en distintos clubes hasta encontrar la estabilidad con la que cuenta hoy en día en Cantabria, destaca que «aquí puedo seguir formándome gracias al apoyo de la Universidad que me está dando las facilidades necesarias». A pesar del gran cariño que profesa hacia su ciudad natal, de momento, descarta su regreso: «Donostia es mi casa, es mi ciudad, siempre está conmigo, pero en este momento no lo veo viable. Quizá en un futuro se me presente un proyecto que me permita volver, pero no es así».