Demasiado castigo en San Amaro para el Ordizia

El Ampo Ordizia ha regresado de vacío de Burgos tras caer ante el Recoletas. Cualquiera que no viera el encuentro pensaría que la diferencia entre uno y otro equipo fue abismal, pero la realidad es que los goierritarras no estuvieron tan lejos de lo que reflejó el luminoso final en San Amaro. Fue demasiado castigo.

La derrota sorprende más cuando el técnico Gallo recuperó a dos de sus hombres clave en el quince inicial, Valentín Cruz y Julen Goia, tras no poder contar con ellos en la victoria de la última jornada ante el Pozuelo. Por el inicio del encuentro, con un primer puntapié de castigo transformado por Cruz para los goierritarras sin haberse cumplido los dos minutos, parecía que sería el comienzo de una mañana dulce, pero no fue así.

Poco a poco los locales fueron ganando metros. Tenían bien estudiado a los ordiziarras. Tras varios 'pick and go' y pese a la defensa al límite de los guipuzcoanos, el Burgos logró el primer ensayo a través de Coronel y transformación de Zabalegui para adelantarse por primera vez en el marcador. Poco tardaría sin embargo el Ordizia en devolver la iniciativa tras lograr su primera marca. Obra de González.

En un intercambio constante de golpes, los burgaleses aprovecharon para anotarse dos puntapiés de castigo transformados por Zabalegui y un ensayo de castigo al interpretar el colegiado que el jugador ordiziarra se desentendía del balón oval y fuera a por el jugador valdinegro. Marcaron la máxima diferencia en ese primer cuarto de encuentro.

El centenar de aficionados que se dio cita en San Amaro disfrutaba –pese a la lluvia y la baja temperatura– de un partido entretenido de ida y vuelta con veintiocho puntos en apenas veinte minutos. Quienes no lo hacían eran los ordiziarras, que se fueron en busca del terreno perdido a la desesperada por recortar distancias. Encontraron el premio con un ensayo trabajado del talonador Carvajales que transformó Cruz. Volverían a ponerse a un ensayo de igualar el envite.

Los últimos quince minutos de la primera parte en nada se parecieron a los del inicio. Ninguno sumó puntos, con defensas más conservadoras y menos juego en ataque. Eso sí, el Ordizia estuvo más cerca de igualar el resultado que los universitarios de alejarse.

El segundo acto se preveía igualado, más con el ensayo del Ordizia que ponía el marcador a un solo punto de diferencia. Cuando menos dominaba, el cuadro local encontró su momento gracias a la tarjeta amarilla que vio Oier Goia. Del 30-22 se pasó al 47-22 en un visto y no visto. El Recoletas Burgos aprovechó la superioridad numérica y pisó el acelerador para anotarse un puntapié de castigo más dos ensayos transformados y dejar una diferencia de veinticinco puntos en el conteo final.

El resultado final no reflejaba lo que había sucedido en el encuentro. El duelo de compatriotas argentinos se lo llevó el técnico local José García y el Ampo Ordizia tendrá que seguir trabajando para recuperar la buena imagen que dio en la pasada temporada.

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