Dos minutos de lucidez bastan al Sanse para firmar la remontada

Desde que Sergio Francisco apuesta por un rombo en el mediocampo, hay pleno de victorias del Sanse a excepción del encuentro ante el Numancia, en el que no hizo uso de ese esquema. Las bajas de Magunazelaia y Marín, citados con el primer equipo, y las de los lesionados Ander Martín, Olasgasti y Zoilo no afectaron al providencial esquema táctico. Lespinasse fue novedad tras su aporte desde el banquillo en la última jornada.

El local Juanmi cruzó demasiado su zurdazo en la primera ocasión del partido. Al cuarto de hora de juego, con todo el equipo abierto, González de Zárate erró en la entrega, Altimira buscó en largo a Pau Víctor y el delantero regateó a Marrero y definió a puerta vacía para adelantar al Sabadell. El gol descolocó por completo a un Sanse que empezó a presionar peor y a tener más dificultades para salir desde atrás. Incluso César Morgado estuvo a punto de marcar el segundo en una falta botada por Juanmi.

La primera ocasión del Sanse la tuvo Arambarri en su cabeza tras un centro medido de Teijeira, pero el capitán no contactó con la pelota. Antes del descanso, Teijeira, de derechazo desviado por poco, y Kortajarena, en un remate centrado, tuvieron opciones de igualar la contienda.

El paso por los vestuarios ayudó, pues el Sanse buscó imprimir mayor velocidad al juego para buscar el empate. González de Zárate tuvo, nada más empezar la segunda parte, el empate: su cabezazo tras un buen córner botado por Teijeira salió desviado por muy poco.

El partido se volvió loco a falta de un cuarto de hora, y de ahí surgió la remontada del Sanse. Para empezar, Álex Sala derribó a Ezkurdia dentro del área y el penalti consiguiente lo convirtió por el centro Javi Martón, sin ver puerta desde la tercera jornada liguera. En la siguiente jugada, Cantero peinó en el primer palo un córner botado por Gorrotxategi, y Kortajarena, libre de marca, empujó el balón a la red en el segundo palo.

Dos minutos de pura magia dieron la victoria al Sanse, la cuarta consecutiva, que aún sufrió pero supo resistir.