El Bidasoa Irun ya tiene licencia para soñar con la Copa
Los bidasotarras firmaron una actuación seria para llevarse un partido muy físico contra el vigente subcampeón de la liga
La Liga Asobal es una competición sumamente igualada en la que cualquiera le puede ganar a cualquiera. Salvo por la excepción del Barcelona. Y ... habrá que empezar a decir 'y la excepción del Bidasoa'. Los amarillos cerraron ayer la primera vuelta con 27 de los 30 puntos disputados y con una curiosidad remarcable: a la vuelta del parón, viajarán a Barcelona para jugarse allí el liderato con los culés. Misión imposible, probablemente, pero quién hubiera soñado con la opción matemática de bajar al Barça del primer puesto en la jornada 16.
BIDASOA IRUN
Mehdi, Cavero (4, 2 de penalti), Zabala (1), Salinas (5), Mujika (3), Pacheco (3), Asier Nieto (5) -siete inicial- Skrzyniarz, Jectic, Tao (1), Furundarena (1), Iribar (4), Da Silva, Gorka Nieto (5, 2 de penalti), Dariel (2), Tito Díaz (1).
35
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31
CUENCA
Espinha, Sergi Mach (4), Pozzer (6), Juanjo Fernández (2), Arnau Fernández (3), Fede Pizarro (7), Hackbarth (6, 5 de penalti) -siete inicial- David Mach, Martín, Rubén Río (1), Colmena, Chicano, Diego Vera (1), Sergio López (1), Notario
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Parciales: 2-3, 6-6, 7-9, 11-13, 15-14, 18-16; 21-18, 23-21, 26-21, 28-22, 31-27, 35-31.
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Árbitro: Luis Ignacio Comenero Guillén y Víctor Rollán Martín
Mucho lloverá hasta entonces, para desgracia del Bidasoa, que se encuentra pletórico. Ayer contra el Cuenca pudo no parecerlo a la vista de los parciales, de las dificultades que en algunos momentos pasaron los amarillos para anotar o por cómo sufrieron durante todo el primer tiempo para no perder comba y agarrarse como fuera a distancias aceptables para que los manchegos no abrieran demasiada brecha.
Tan cierto como eso es que el Bidasoa mostró una superioridad apabullante. Lanzamientos conquenses que entraron llorando, decisiones arbitrales poco comprensibles, balones que iban a estrellarse en la madera y otras jugadas fortuitas cayeron muchas veces del lado visitante. Los detalles son importantes, los momentos pueden ser determinantes, pero, casi siempre, un equipo tan superior se acaba llevando el partido. Para hacerlo, el Bidasoa tuvo que superar sus crisis, eso sí. Ante a las dificultades ofensivas, Mujika aportó mucho más que goles. Se erigió en pieza intimidante y el Cuenca tuvo problemas para defenderlo tanto en el primer tiempo como en el segundo. Jakub Skrzyniarz salvó un momento clave cuando entró al partido, en el minuto 20 con 11-13. Encajó un gol (11-14), pero resolvió los siguientes ataques del Cuenca con tres paradas espectaculares. Una pérdida de balón visitante y otra parada del polaco catapultaron al Bidasoa que enfiló vestuarios yendo ya por delante en el marcador, 18-16.
Con la victoria ante el Cuenca el Bidasoa cierra la mejor primera vuelta de su historia con 27 puntos de 30 y a sólo dos del Barça
El segundo tiempo arrancó en la misma dinámica competitiva del primero. Menos duro, menos físico, pero es que los primeros 30 minutos superaron por momentos el punto de intensidad recomendable. El Cuenca consiguió aguantar al Bidasoa casi 10 minutos, asumiendo para ello incluso el riesgo de vaciar portería para atacar con siete. Pero con el 22-21 en el marcador, los amarillos encontraron su tono defensivo, ése que les ha hecho tan diferenciales en la primera vuelta, ése que rompe a su favor la cacareada igualdad de la liga, ése que habían rozado en el primer tiempo sin acabar de encontrarlo del todo. Con el 6:0 vestido de su mejor versión y planteando variantes ofensivas con dos pivotes, el Bidasoa abrió diferencias. No funcionaba el ataque con siete y Lidio Jiménez, el entrenador de los manchegos, volvió al sistema tradicional de seis y portero. Tampoco funcionó. Pidió un tiempo muerto y no dio resultado.
Durante todo el partido la afición local coreó el nombre de su entrenador en un gesto de cariño pero más aún de reivindicación
El marcador se fue hasta un 29-22 que parecía no tener vuelta atrás, pero ni así se rindieron los visitantes, empeñados en salvar esta complicada primera vuelta suya asaltando Artaleku. Pero no había manera. El partido ya era amarillo. Quizá otro Bidasoa pudiera tener dudas cuando un tanteo que ha tenido dominado se aprieta hasta un 31-29 a falta de menos de cinco minutos, pero la versión de este año se sabe equipo ganador.
Ahora la Copa
Coreó la afición local al término del partido «A por la copa, a por la Copa», la Copa de España, antigua Asobal, que se disputa en Artaleku este fin de semana. No fue lo único excepcional que coreó la bulliciosa hinchada amarilla. Cada tiempo muerto, el descanso, el final del partido, se aprovecharon para gritar el nombre de su entrenador cuya no renovación ha confirmado el club. Los cánticos tenían mucho de muestra de cariño al técnico pero mucho más de reivindicación.
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