Cinco partidos para evitar la pesadilla

Así las cosas, el conjunto entrenado por Azu Muguruza tiene por delante cinco fechas para conseguir los máximos triunfos posibles y asegurarse de no descender de categoría. Porque, efectivamente, el riesgo de descenso está ahí. Y aunque va de mano, ya se sabe lo que suelen ser los últimos partidos de las temporadas y que jugar por evitar una caída no es lo mismo que por meterse en un playoff o luchar por un título. La presión es diferente y es posible que el IDK sienta una tensión extra porque nunca se ha visto en una pelea de este tipo. Tendrá que ganar, al menos, un partido más que el Celta en los cinco encuentros que restan.

Sin tiempo de recuperarse por la derrota del domingo pasado en el derbi ante las gasteiztarras, mañana mismo las jugadoras de Azu Muguruza se van a volver a calzar las botas porque reciben en el Gasca al Valencia Basket (18.00), en un partido adelantado de la penúltima jornada, ya que el conjunto taronja debe afrontar compromisos internacionales. El fin de semana no tendrá partidos el cuadro guipuzcoano y se preparará para preparar de la mejor manera posible la visita al Cadí La Seu, que será el próximo miércoles 19 a las ocho de la tarde. Ese fin de semana del 22 y 23 no hay liga por la disputa de la Copa en Zaragoza, con lo que el IDK lo empleará para trabajar y recargar pilas de cara a las tres últimas jornadas.

Retomará la competición el sábado 29 con el último encuentro en el Gasca ante el último clasificado, el Ardoi de Pamplona, donde la victoria es innegociable para lograr la permanencia. Restarán dos encuentros para acabar la liga regular, ambos lejos de Donostia. El penúltimo será ante el Jairis, en Murcia, quinto clasificado de la competición el 6 de abril. Volverá a descansar el siguiente fin de semana porque ahí le correspondería jugar contra el Valencia, en el choque que se adelanta a mañana. Y cerrará esta edición de la Liga Femenina Endesa el 19 de abril ante el Durán Maquinaria Ensino en Lugo.

En suma, en el horizonte hay tres encuentros ante rivales directos o cercanos en la clasificación (Cadí La Seu, Ardoi y Ensino), una salida complicadísima ante el Jairis, que está enfocado incluso en ser cabeza de serie en playoff, y el choque de mañana ante el todopoderoso Valencia Basket, donde sacar algo sería una sorpresa mayúscula si las taronja están a su nivel.

Con lo que el IDK Euskotren debe vigilar muy mucho los resultados de su principal enemigo, el Celta gallego que navega con un triunfo menos. Las celestes tienen, a priori, un calendario más amable que las guipuzcoanas. Visitan al Araski, Baxi Ferrol y Valencia, mientras que en casa reciben al Gran Canaria y al Ardoi. En el momento en el que el cuadro de Ibaeta caiga en un encuentro y el Celta gane, las gallegas se pondrán por delante por el cruel averaje. En los enfrentamientos directos el Celta venció en su pista 66-60 y el IDK lo hizo en el Gasca por 65-59. En ambos casos la diferencia es de seis puntos, con lo que hay que ir al siguiente parámetro para desempatar una situación así, según el Artículo 87.2 de las bases de la competición. Ahí se dice que quedará por delante el equipo que haya conseguido más puntos en uno de los dos partidos entre los equipos implicados, con lo que los 66 que metió el Celta prevalecen sobre los 65 que hizo el IDK en su triunfo. Por un solo punto, en caso de empate, el cuadro de Ibaeta puede quedar por debajo de las gallegas.

A ese parámetro se llegará en caso de que se produzca un empate de victorias en las treinta jornadas disputadas. Así las cosas, dos triunfos del cuadro entrenado por Muguruza pueden ser suficientes para obtener la permanencia y para ello se tendrán que recuperar el mazazo del pasado domingo. Por arriba de las guipuzcoanas el Araski tiene un encuentro de diferencia, que son dos por el averaje, y el Cadí la Seu navega a dos de diferencia.