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La cara es el espejo del alma. Y los rostros de jugadoras, staff técnico, responsables y aficionados del IDK segundos después de que sonara la ... bocina en el Pazo de Lugo eran radiantes. El corazón latía en ese instante a mil revoluciones; por la alegría y por lograr una permanencia en el último minuto de partido. No había ninguna copa que recoger después de ganar una final, porque es una de esas finales que nadie quiere jugar. Disputar un partido por no bajar de categoría.
La tensión fue máxima, como en toda la temporada, el equipo no jugó redondo pero eso ya da igual. Se logró el objetivo aunque un susto de semejantes dimensiones debe ser estudiado a fondo para que no vuelva a ocurrir. El de este domingo acabó con final feliz pero convendría tomar buena nota para no pasar los apuros que han condenado al IDK a tener que jugarse la salvación en la última jornada de liga.
No ha sido una temporada fácil y ha dejado muchas noches en vilo para los responsables del IDK Euskotren, quienes se preguntaron desde las primeras jornadas ligueras qué podía ocurrir para que una plantilla destinada para pelear por la zona noble de la tabla, haya ido penando por la parte de abajo. No es normal que un equipo como el IDK Euskotren haya acabado con 20 derrotas en la temporada regular cuando su sello siempre ha sido la defensa y ser un equipo rocoso, pétreo y muy difícil de superar. Perder dos de cada tres partidos ha sido una losa demasiado grande para un equipo que no está acostumbrado a pelear por este tipo de cosas y se ha notado en la mente y las muñecas de todas las jugadoras.
No hay duda de que la competición europea quita horas y concentración para la Liga Femenina Endesa. Por otro lado hay que ser honestos al decir que, salvo el enfrentamiento de octavos ante el Charnay, el resto de encuentros no es que hayan sido de máxima dificultad para el cuadro guipuzcoano.
Habrá que tomar nota para otras campañas porque se ha visto –el Baxi Ferrol es un ejemplo– que se puede sobrellevar bien la liga con la Eurocup, en este caso. Lo que es innegable es que hay muchas menos horas de entrenamiento, se preparan peor los partidos del fin de semana y que se va acumulando el cansancio con tanto viaje. La competición en Europa le ha supuesto al cuadro de Ibaeta diez encuentros más y todavía queda el sinsabor del choque ante el Dinamo de Sassari, donde el IDK era claro favorito, y no pudo con las italianas.Sin embargo, no es menos cierto que cuando acabó la Eurocup, el 15 de enero, le quedaban catorce encuentros de Liga a las guipuzcoanas y ha perdido nueve desde esa fecha que le han condenado al sufrimiento.
El IDK es un equipo que huye de grandes remodelaciones pero en esta campaña, donde los resultados no terminaban de llegar y apenas se han podido ver desde cerca los puestos de playoff, la plantilla ha sufrido varios cambios. Se fueron Delicia Washington y Niyah Becker, y llegaron tres jugadoras: Laura Cornelius, Adut Bulgak y María Eraunzetamurgil. Bendita llegada la de la alero donostiarra, que con su triple en el último minuto selló un partido que durante muchos momentos daba con los huesos del IDK en la Liga Femenina Challenge.
Lola Pendande, Alba Prieto, Rosó Buch y Lara González han sido las patas más sólidas del equipo de Ibaeta que ha echado de menos una anotadora que liderar cada jornada al equipo y que el resto se le uniera. Ver a Mariam Coulibaly con la camiseta del Joventut ha sido bastante duro porque una figura como la maliense hubiera cambiado sin duda alguna el sino del equipo.
Y es que solo hace falta echar un vistazo a la trayectoria del IDK Euskotren en la Liga Femenina Endesa para comprobar lo dura y complicada que ha sido esta campaña. Es el duodécimo curso en la categoría más alta del baloncesto español donde han sido muchos más los buenos momentos que los ratos de apuro como ha sido este año.
El IDK acumula cinco participaciones en playoff, la primera fue en la campaña 2016/17, dos participaciones en la Eurocup, hace dos temporadas y esta que acaba de terminar, y ha jugado la Copa de la Reina en cinco ediciones, una de ellas en Donostia, ya que fue el anfitrión de la misma, en el año 2016.
La buena trayectoria que casi siempre ha firmado el equipo de Ibaeta se resume en que el puesto más repetido en estas doce temporadas es el sexto. Bien es cierto que nunca ha pasado de ahí pero lo ha conseguido en cuatro ocasiones, que le han valido el billete para disputar las eliminatorias por el título. Este año ha quedado muy lejos de esos encuentros.
El nivel de la Liga ha subido mucho, equipos emergentes como el Zaragoza, ahora el Jairis o el recién ascendido Joventut, hacen tener que acertar muy mucho en la confección de la plantilla. Sigue habiendo grandes conjuntos como el Perfumerías, Valencia o Girona, y otros que juegan muy bien como Ferrol, Estudiantes o Gernika. Hoy es el día uno del nuevo proyecto del IDK que deberá tener muy claro cuáles deben ser sus bases sólidas para que la próxima temporada no se sufra tanto y se mire mucho más hacia arriba.
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