Decisión polémica

Sin embargo, la sanción propuesta ayer por el TAS puede dejar por el camino a mucho atleta y entrenador inocente. ¿Es justo meter en el mismo saco a todos y apartarles de Río? Se me antoja muy duro. La idea de dejar fuera a un inocente me obliga a pedir que se actúe con firmeza con las autoridades rusas e, incluso, que no se permita la presencia en los Juegos de Rusia como tal -camiseta, bandera e himno-, pero que no se perjudique a los atletas libres de culpa. Se ha roto la presunción de inocencia y se ha optado por la retroactividad de los reglamentos. Hechos extremadamente polémicos y graves. Los atletas argumentan, razonablemente, que si hubiesen conocido las reglas que ahora esgrimen los organismos internacionales para considerar 'limpio a un atleta', las hubieran acatado.

Consideré un retroceso el boicot que parte de países occidentales liderados por EEUU a los Juegos de Moscú 1980, circunstancia que se repitió en Los Ángeles 1984 con el boicot del bloque comunista. Esta vez el frenazo a participar a deportistas se produce por motivos bien distintos.

Si el informe evidencia que el fraude fue orquestado por el Ministerio de Deportes ruso y el Servicio Federal de Seguridad, carguemos las tintas contra las instituciones y gobernantes de ese país (que dimitan de una vez...) y contra los deportistas implicados. Seguro que se escapan algunos de los culpables pero tendremos la seguridad de que todos los deportistas de buena fe estarán en los Juegos.

Es el momento del COI. Difícil decisión. ¿Irá en contra de la IAAF y el TAS? Es fundamental que la credibilidad de la lucha contra el dopaje siga en lo más alto. Que no reciba presiones de los gobernantes rusos, que ya lo han hecho, y a la vez tener en cuenta a todos esos deportistas que no están manchados, que los hay... también en Rusia.