Pentagramas de emoción y fiesta
El Velódromo recuperó su cita con la música de cine en un concierto de la Euskadiko Orkestra y la coral Andra Mari al que asistieron 2.500 personas
Más de 2.500 personas disfrutaron ayer en el Velódromo de una brillante unión de cine y música en el concierto de la Euskadiko Orkestra ... y la Coral Andra Mari magistralmente dirigido por Juan José Ocón
Publicidad
El Velódromo recuperó ayer su habitual cita con la música de cine en un encuentro especialmente emotivo tras dos años de interrupción por la pandemia. La Euskadiko Orkestra volvió a ser la principal protagonista de una fiesta de pentagramas escritos para películas inolvidables que pudieron recordarse gracias a unas proyecciones realizadas con elocuentes montajes. La variada selección de filmes, el gran trabajo de sincronización realizado por el maestro Juan José Ocón y el magnífico nivel de la orquesta y el coro convirtieron la cita en una más que agradable velada.
Aizpea Goenaga presentó el encuentro, al que acudieron algunos de los compositores, si bien no lo hizo Alejandro Amenábar, director y compositor de la música de su aclamada 'Mientras dure la guerra', que abrió el concierto cinematográfico. Ocón dejó claro su trabajo de concertación haciendo coincidir las imágenes de acciones como toques a una puerta con sonidos producidos por los músicos en directo.
La partitura, de carácter tranquilo y ciertos aires nostálgicos, resultó ideal para el inicio. Lenta también, con cierto estilo romántico y centrada en el piano –intensa y magnífica ayer la labor de Javier Pérez de Azpeitia–, la cuerda y el oboe, resultó la música de 'La buena estrella' de Eva Gancedo, que acudió a la gala. Destacó el buen montaje visual, que resumió perfectamente el argumento de esta gran película.
Publicidad
Luminosa orquestación
La actriz Maribel Verdú volvió a llenar la pantalla en 'El portero', con banda sonora de Carles Cases. De carácter distinto a las anteriores, su música mostraba muchas influencias y estilos. 'Nueve cartas a Berta' en blanco y negro, recuperó al gran Carmelo Bernaola con una pieza breve muy centrada en el sonido del clave, realizada con teclado.
Hubo que esperar al filme de animación 'Buñuel en el laberinto de las tortugas' de Arturo Cardelús para escuchar a la Coral Andra Mari. Fue, quizá, la pieza más variada, pasando por toques circenses, melodías calmadas o románticas e incluso ritmos de vals. Una vez más, el piano tuvo un importante protagonismo en ésta y también en 'La sombra de nadie', compuesta por Aitor Amezaga, efectista y sorprendente.
Publicidad
La Euskadiko Orkestra dejó la mayor brillantez y potencia para el final, la obra creada por Manel Gil-Inglada para la película de animación 'Cher ami', con una luminosa orquestación y temas cercanos al pop.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión