Jóvenes con pocas oportunidades, pero alegres y tenaces

Sarah Gavron ya compitió con su primera película en San Sebastián, 'Brick Lane' (2007), en la sección Nuevos Directores. Tras lograr un notable éxito comercial con 'Sufragistas' (2015) regresa a un cine más intimista y directo con 'Rocks', la película que cerró ayer la competición de la Sección Oficial, una conmovedora pero también luminosa historia de amistad y tesón en difíciles circunstancias.

'Rocks' parte de las experiencias de la guionista Theresa Ikoko, que participa en talleres con mujeres y jóvenes para tratar temas sociales. «Queríamos dar vida a ese mundo de mi barrio, Hackney, y a las mujeres que lo habitan».

De ahí salieron algunas de las ideas para reflejar los comportamientos de esas jóvenes: «Nos llamó la atención que, a pesar de sus circunstancias tienen un impulso, una fuerza y una tenacidad que les permite seguir adelante sin perder la alegría», apuntaba Sarah Gavron. «Teníamos unos personajes pero no una historia, que acabó saliendo de las experiencias que fuimos viendo en esos entornos». Así salió también el personaje del hermano pequeño y la relación de protección que Rocks mantiene con él en ausencia de la madre».

Así, el proceso de investigación para definir los personajes, y el de casting para encontrar las actrices que pudieran encarnarlos, fue simultáneo: «Estuvimos haciendo a la vez un proceso de investigación y un casting en los colegios, hasta que seleccionamos a unos treinta jóvenes. No buscábamos un perfil concreto, sino un grupo de chicas y chicos que quisieran colaborar y crear esta película con nosotros. Trabajamos con la directora de casting habitual de las películas de Andrea Arnold como 'American Honey', que hizo un trabajo estupendo».

En esa búsqueda de personajes reales y creíbles, la protagonista tiene algunas actitudes que demuestran que «no es una santa, sino un ser humano complejo, capaz de tomar también decisiones desafortunadas», advierte Theresa Ikoko. Un episodio del relato sirve para ilustrar cómo «a los alumnos problemáticos se les niega muchas veces una segunda oportunidad, por pequeños delitos se les echa del colegio y se pierden a través de las fisuras del sistema».

«Hay muchas películas sobre jóvenes que son abandonados por el sistema y expresan su rabia a través de la violencia», apuntaba Gavron. «Pero en el cine no se suele ver que también tienen mucha alegría y capacidad de resistencia, y que de la nada pueden llegar a conseguir muchas cosas. Y nosotras queríamos celebrar precisamente eso». Los lazos de amistad se extendieron más allá del rodaje y «la chica que interpreta a Rocks, Bukky Bakray, de origen nigeriano y la chica somalí, Kosar Ali, están muy unidas por la película, se han hecho muy amigas y están todo el día juntas», explica la guionista.

En la definición de la historia se sopesaron diferentes vías. Puede sorprender que en la película apenas aparezcan chicos, que las chicas apenas tengan relación con ellos. «Es una edad en que no están muy pendientes de los chicos, y en cambio se apoyan mucho unas en otras», explicaba Ikoko. «En los talleres y en los colegios comprobamos que es un momento mágico en que la interacción entre las chicas es muy intensa».

Esa es una de las razones que impulsaron a la directora a formar un equipo técnico en el que hubiera muchas mujeres, entre ellas la prestigiosa directora de fotografía Hélène Louvart, y una mezcla de etnias, «para que las chicas se sintieran cómodas y se comportaran de manera natural», explicaba Sarah Gavron. Para captar con detalle esa interacción natural entre las chicas se utilizaron dos cámaras simultáneamente en algunas escenas, «aunque es algo que provoca más dificultades en el control de la luz».