Aitor Gabilondo: «La violencia destruye al que la sufre y al que la practica: eso cuenta 'Patria'»
Gabilondo, guionista y productor ·
Aguarda el inicio del rodaje «con nervios de los buenos». El padre de la serie revela cómo se gestó el proyecto y repasa su carrera desde los años en la carnicería de la BretxaMitxel Ezquiaga
Sábado, 16 de marzo 2019, 07:36
Aitor Gabilondo (Donostia, 1972) ha vuelto estos meses a residir en su ciudad. Los preparativos del rodaje de la serie basada en 'Patria' le ... han devuelto a la Donostia en que creció y donde experimentó «las sensaciones contradictorias que aparecen en el libro de Fernando Aramburu, aquellos años 80 y 90 marcados por la violencia, el silencio, el dolor y, a la vez, la vida».
La semana que viene comienza en San Sebastián y Soraluze el rodaje de la serie, primera producción de HBO España, y Gabilondo vive «nervios de los buenos». Es el padre del proyecto, desde que se interesó por comprar los derechos audiovisuales del libro, antes incluso de que se publicara. Aquí revela cómo se gestó la serie y repasa su carrera, desde que trabajaba en la carnicería familiar de los Gabilondo, en la Bretxa, y el guardavinos le pasó un anuncio de un cursillo de guiones.
- Lleva más de dos años volcado en este proyecto. ¿Cómo afronta al fin el inicio del rodaje?
- Con responsabilidad, cosquilleo, nervios de los buenos... Es un proyecto muy personal para un vasco como yo, pero a la vez una serie que debe funcionar para que enganche a argentinos o norteamericanos. Han sido meses de preparación, un largo tiempo de escritura de guion, el equipo lleva semanas aquí... Tenemos ganas de empezar. Y no pararemos de rodar hasta verano.
- ¿Por qué la novela 'Patria' le impactó de tal forma?
- Leer 'Patria' resultó catártico. Tuve la sensación de que Aramburu contaba nuestra historia a ras de suelo. Reflejaba todo lo que podíamos haber sentido o pensado muchos en las familias, en los barrios, en los colegios. Parecían sentimientos de los que no se podía hablar. Hasta ahora se habían contado las cosas desde trincheras, pero en esta novela había matices incrustados en la vida cotidiana, con el foco puesto más en las personas que en los grandes discursos o conceptos.
«Me gustaría que mis hijas, que ahora tienen 12 años, entiendan con la serie qué pasó aquí»
-¿Cuál es el gran tema de 'Patria'?
- La resaca que deja la violencia, cómo destruye tanto al que la padece como al que la practica, y cómo se va retroalimentando hasta llegar al delirio. También cuenta cómo hay una necesidad de las personas de sobrevivir a todo eso. Yo lo leí como si fuese un drama familiar, como si esas dos mujeres fueran hermanas de verdad que se enfrentan a un tabú. Me gusta cómo se cuenta en la novela el dolor de cada uno. Yo pienso que tradicionalmente, en las familias, los tabúes son resueltos por la tercera generación, por los nietos que se interrogan e investigan sobre las fechorías o sucesos realizados por los abuelos. En este caso somos los propios protagonistas que hemos vivido esa realidad los que queremos saber qué paso.
- Por deformación profesional, ¿cuando leyó la novela imaginaba ya que ahí había una película?
- Sí. Las sensaciones que había vivido yo como donostiarra y como vasco las encontraba repartidas aquí entre los distintos personajes: no me identifico con ninguno en especial, pero la suma de todos ellos, la voz colectiva que sale de la novela, te aproxima a lo que hemos vivido.
- ¿Cómo logró los derechos?
- Es una historia complicada. Yo llevaba tiempo interesado en hacer una serie sobre el País Vasco y los años 80 y 90. Empecé a escribir un guion y descubrí entonces que Aramburu iba a publicar una novela que, según la sinopsis, respondía a lo que yo quería hacer. Llamé a la editorial, Tusquets, me dijeron que los derechos estaban libres y me mandaron el libro en pdf antes de publicarse. Lo leí y supe que era lo que buscaba. Empecé las negociaciones, se publicó el libro y cuando ya empezaba a tener éxito cerramos la operación. Yo compré los derechos de un libro 'normal' que se ha convertido en un fenómeno. Supongo que ahora la responsabilidad es aún mayor.
«Esta no podía ser una serie en una tele con anuncios. Contacté con HBO y todo fue fácil»
- ¿Ha conocido a Fernando Aramburu?
-Solo nos hemos visto tres veces. El día que le conocí fue cuando firmamos los derechos. Nada más verme me dijo que él ya había escrito su novela y no se iba a meter en nada relacionado con la serie. Y ha sido así. Le pasé los guiones y me comentó que le gustaron. Siempre he sentido su apoyo discreto.
-Son ustedes dos donostiarras de generaciones sucesivas, de 1959 Aramburu y de 1972 usted.
- Cuando escribí a Tusquets expliqué por qué quería hacer la serie sobre la novela. Soy de Donostia, he vivido todo esto y necesitaba hacer la serie. En su texto encontré, al margen de lo que pensemos cada uno, los personajes que me interesaban.
- ¿Cómo siguió el proceso?
- Tuve claras varias cosas. Primero, no veía la serie en una cadena convencional, cortada por anuncios. Justo en ese momento las plataformas empezaban a moverse, supe que HBO quería empezar a producir en España y cuando nombraron director a Miguel Salvat, a quien conocía de sus años de Movistar, le presenté la propuesta. Aceptó y seguimos adelante. En los guiones soy fiel al espíritu de la novela, apostando por la trama central: las dos familias.
- Y esas dos mujeres principales.
- Al leer veía esas dos mujeres como congeladas en el tiempo. La novela cuenta el deshielo, cómo dos mujeres separadas por una bala avanzan hacia el abrazo final.
«No sabía qué hacer en la vida y el guardavinos de la Bretxa me habló de un curso de guiones»
- La producción es ambiciosa.
- Es la primera serie de HBO Europa en España y han apostado fuerte. Ambientarla en los años 80 y 90 supone un problema: se han construido muchos bolardos y rotondas y poner la cámara en la calle es complicado. En zonas de Soraluze hemos vuelto a los 80...
- HBO hace una apuesta internacional por la serie aunque su tema es aparentemente 'local'.
- Las plataformas han achicado el mundo y hay mucho interés en lo que llaman 'glocal', situaciones particulares de distintos sitios del planeta que terminan interesando a todos. Aquí contamos un conflicto en un lugar pequeño pero con situaciones universales. Ha pasado con la novela, con éxito en países lejanos.
- El libro no especifica dónde transcurre la acción pero se ve claramente que es Hernani. ¿Intentaron rodar ahí?
- Hablamos con Hernani pero las dimensiones no nos encajaban. En Soraluze encontramos un 'look' más asimilado a lo que era la Euskadi de aquellos años. Elgoibar, algún polígono de Eibar y Donostia completan los escenarios vascos.
-Otro desafío era encontrar dos actrices tan fuertes como los personajes.
- Yo tenía claro que debían ser vascas y así no tenía que explicarles nada. Hay lectores que no entienden ese cariño áspero de las mujeres de la novela, su sarcasmo, su escepticismo, su austeridad.... Desde que leí pensé en ellas, Elene Irureta y Ane Gabarain. Y aceptaron.
- Hubo problemas con el director. ¿Primero pensaron en Alejandro Amenábar?
- Sí, hablamos con él pero estaba en un proyecto de Movistar. Como HBO Latinoamérica tenía implicación en el proyecto empezamos trabajar con el argentino Pablo Trapero, pero no nos entendimos. Félix Viscarret, que estaba ya en el proyecto, y Óscar Pedraza se hacen cargo finalmente de la dirección. Para mí es el momento más delicado, es como entregar el niño a la ikastola. El sistema de trabajo en la tele es a veces así: el director entra a mesa puesta, con la producción montada, los actores elegidos, el presupuesto cerrado. Se requieren directores con sensibilidad pero inmersos en un esquema de producción más rígido y colectivo. Es una cultura de series que está naciendo aquí.
- ¿Es su proyecto más personal?
- Sí. Trata un tema que me desafía emocional e intelectualmente. Me gustaría que sirva, por ejemplo, para que mis hijas mellizas, de 12 años, entiendan mejor todo esto. Viven en Madrid pero vienen mucho aquí.
- Hasta ahora, en los titulares, «el hijo del carnicero» era su tío Iñaki. Pero usted también lo es.
- La vida te lleva. Cuando empecé en esto no sabía ni qué era una productora y ahora tengo una. Estudié en la ikastola Mariaren Bihotza, que ahora cierra, pero me aburría en el cole. Hice Formación Profesional agraria, pero tampoco me convenció. Estaba despistado, trabajaba en la carnicería de mis padres y un día el guardavinos de la Bretxa me pasó un tríptico de publicidad de un curso de guiones con Michel Gaztambide, Enrique Urbizu, Txepe Lara.. Yo tenía 21 años. Estuve de guionista en ETB, en la Ser, Canal Plus... hasta que entré en Globomedia y ya me dediqué a la ficción. Años después monté una productora con un socio, luego la mía. Ahí vamos.
- Acaba de presentar 'Madres', otra serie para Telecinco.
- Hemos hecho un primer capítulo. De niño pasé mucho tiempo en hospitales y tenía ganas de contar cosas que viví con mi madre, aunque no es autobiográfica.
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