Mariscado, de la ganadería de Ana Romero, toma el testigo en Azpeitia

En esta ocasión las ganaderías son de tres encastes totalmente diferenciados. Santa Coloma en Ana Romero, Murteira Grave un encaste propio y los Nuñez de La Palmosilla. Salieron de madrugada de cada una de sus fincas en Alcalá de los Gazules, Evora y Tarifa y han llegado hace unas horas. Es un misterio cual puedo ser el comportamiento de cada animal, no solo en la lidia, sino en este momento del desembarque. Han crecido aislados durante cuatro o cinco años, con casi nula presencia del hombre en sus vidas. Los han agrupado hace unos meses, los han transportado durante muchas horas y tras esa oscuridad del cajón, se abre la trampilla, la luz explota en su cara y saltan a un espacio, con música, con risas, algarabía y aplausos, desconocido totalmente. Solo el sonido de los cencerros y la campanilla de los bueyes van a recordarles a la dehesa, a su vida anterior. Los bueyes son los primeros en salir al ruedo; desde 2019 pertenecen a la ganadería El Uno de Estremera en Madrid: Preciso, Manolete, Gallito, Lucero, Solitario y Peregrino. Para conducirlos, vara en mano Juan Pedro García, el mayoral perfectamente «maqueado» con su traje corto de chaquetilla azul.

Y llega el momento de la verdad. Todos atentos, se levanta la trampilla y asoma la cabeza Mariscado nº 30 cárdeno claro, de la ganadería de Ana Romero. Él es quién va a tomar el testigo de la normalidad después de estos dos años de travesía del desierto. Es un toro bien hecho, acucharado de cuerna; se encampana en el centro del ruedo. Ramón Núñez Jiménez, el mayoral, no ha comentado que la corrida está muy bien presentada, con hechuras; abierta de tres sementales; son cinco cárdenos y uno negro. Van saliendo de los cajones: Alfarero, enmorrillado y con ganas de pelea, rematando en el burladero y embistiendo a los bueyes Tesorero. También se encampana Barbero un poco mas terciado, bajo y cornidelantero; Barbaro es un precioso cárdeno claro también acucharado de cara y finalmente, solitario, evitando de alguna forma a sus hermanos Corsario. Cuesta un poco que la corrida abandone el ruedo, pero al segundo intento los bueyes lo consiguen.

Es el turno de La Palmosilla. Corrida muy pareja en hechuras, cómoda de pitones; toros muy gregarios, hermanados. Francisco Javier Guillen Jiménez, el mayoral nos comenta que igualmente está abierta de sementales. Si dan el juego que hemos visto a sus hermanos en otras plazas, como por ejemplo Pamplona, disfrutaremos de una gran tarde de toros. Un toro para destacar por su estampa «Resuelto», castaño chorreado y cuatro negros, muy parejos en trapio con pequeñas diferencias de cara: Arrumbadito, Pintura, Viandero y Pedigüeño; y otro castaño chorreado, muy peleón de salida tanto con sus hermanos como con los mansos Abandonado.

Cerró el terceto la ganadería portuguesa de Murteira Grave. De estos toros habíamos visto fotos en el campo y eran realmente impresionantes. Dicen que los toros no se ven igual en el campo, en los corrales o en la plaza. Es verdad, pero ya cuando se plantó, desafiante en el centro del ruedo Duplo número 6 negro, alto, enmorrillado y veleto era la estampa de lo que se ha solido llamar un toro de lidia. No pudimos saber si los toros eran de distintas familias; el mayoral Elson Mateu, se sonrió socarronamente cuando se lo preguntamos. Nos comentó que era una corrida muy cuidada, bonita y muy pareja, quizás Taleguillo que saltó en último lugar destacaba por arriba del resto en nuestra opinión. Todos negros. Habrá que estar atentos al juego de Andaluz, Grazalema, Poeta y Luna de miel.