Para los donostiarras, acostumbrados a tararear las páginas más famosas de las zarzuelas de Sorozábal, descubrir una obra como 'Adiós a la Bohemia', con pocas ... romanzas pegadizas, salvo 'Recuerdas aquella tarde' de Trini, y con un argumento muy básico, aun siendo del gran Pío Baroja, puede ser toda una sorpresa. Por ello, es muy de destacar el esfuerzo de Donostia Musika por llevarla a escena y completar su brevedad –menos de una hora de duración– añadiéndole un prólogo con una conversación entre Sorozábal y Baroja y una selección de algunas piezas mucho más conocidas por el público.
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El espectáculo, con una duración total de hora y media y cuyo estreno pudimos disfrutar el viernes en el Victoria Eugenia, tuvo muchos ingredientes para convencer. La producción, tanto a nivel escénico como musical, fue de una magnífica calidad. El texto previo a la representación de esta desconocida 'ópera chica' funcionó como un perfecto aperitivo bien interpretado por los actores y por la violinista Liana Gourdjia y el pianista Josu Okiñena. Los cantantes que intervinieron en esta primera parte fueron los mismos que lo harían poco después en 'Adiós a la Bohemia'. Entre todos ellos brilló la soprano Miren Urbieta-Vega, bien secundada por el barítono Luis Cansino y el bajo David Lagares, de fuerte presencia escénica y hermosa voz. Gran trabajo el del Coro Easo y el de la Musikene Orkestra dirigidos con sabiduría por un Víctor Pablo Pérez que concertó con mimo y expresividad.
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