El público opta por las visitas guiadas a Chillida Leku

Para la jornada inaugural de hoy, más de 300 personas habían adquirido ayer entrada, a la espera de que a partir de las diez de la mañana se abran las taquillas. Con una previsión de buen tiempo y en plena llegada de turistas al territorio, los responsables del museo confían en que la de hoy sea la primera de una sucesión de jornadas vacacionales con buena afluencia de público. Para realizar el recorrido sin guía (12 euros), quedan entradas disponibles en todos los horarios y para todos los días de abril.

Las dos jornadas de puertas abiertas celebradas el pasado fin de semana para los 1.200 agraciados en el sorteo al que se apuntaron 12.000 solicitantes sirvieron como primera toma de contacto con el visitante-tipo del centro. La directora del museo, Mireia Massagué, destaca «el conocimiento que de la obra de Chillida tenían la mayor parte de los visitantes. «Era público entregado». ¿Y qué comentaban? «Que tenían muchas ganas de visitarlo, que estaban muy contentos y que la reapertura es una buena noticia para Gipuzkoa», señala Massagué.

La directora de Chillida Leku recalca la buena acogida de las visitas guiadas que, para grupos de veinte personas como máximo, oferta el museo a partir de nueve euros. Para hoy y mañana, hay algunos turnos ya agotados por completo, mientras que en el resto de horarios únicamente quedan alguna entrada suelta, lo que dificulta su venta. En cualquier caso, «está llamando un montón de gente, que aún no sabe qué día va a venir» a realizar una visita que «si hace buen tiempo, se prolonga durante más de dos horas».

Massagué, que si tuviera que elegir un momento para la visita se quedaría con el atardecer, señala que el público en general no entra en comparaciones con lo que fue Chillida Leku antes de la remodelación, aunque sí admite la excelente acogida que han tenido la nueva tienda del museo y, en especial, la cafetería, «desde la que se ve la campa» de Zabalaga. De hecho y más allá de la didáctica muestra temporal que, bajo el título de 'Eduardo Chillida. Ecos', acoge el interior del caserío, «lo que más gusta a los visitantes es caminar por las campas, entre las 43 esculturas» en gran formato y diversos materiales que permanecen expuestas al aire libre. Dentro de Zabalaga, más de medio centenar de esculturas de distintas épocas en la trayectoria creativa de Chillida permiten conocer su evolución.

En esta reapertura del museo, Massagué destaca un aspecto aparentemente menor, aunque no tanto si tenemos en cuenta que «en veinte años el concepto de movilidad ha cambiado muchísimo». Así, a la posibilidad de desplazarse hasta el museo en vehículo privado, se suma la de desplazarse en la línea G-2, con salida desde «el centro de San Sebastián cada media hora, que pasa por la Concha y que llega a Chillida Leku en veinte minutos», en palabras de la directora del museo, «una maravilla». A partir de hoy, el autobús tiene parada en la misma puerta del museo tanto en su trayecto de ida como en el de vuelta.