Las obras de Lekuona entran en su fase final
El centro cultural de Errenteria abrirá sus puertas en los próximos meses tras una década de paralizaciones y desencuentros
El centro de cultura Lekuona de Errenteria abrirá sus puertas en los próximos meses tras un accidentado proceso de construcción que se ha ... prolongado durante más de una década. Las obras del que está llamado a ser uno de los grandes equipamientos culturales de Gipuzkoa han entrado ya en su fase final después de la reparación de los daños causados por los dos incendios que tuvieron lugar el año pasado. Aunque la alerta sanitaria ha ralentizado los trabajos y pospuesto la fecha que se había barajado para la inauguración, el Ayuntamiento de Errenteria ha confirmado que trabaja con la idea de ponerlo en marcha cuanto antes.
El proyecto de Lekuona entra en su etapa final con los condicionantes derivados de la crisis del coronavirus. «Los trabajos continúan con todas las cautelas necesarias, lo que sin duda va a ralentizar el proyecto más de lo que nos hubiese gustado, pero estamos ya en la fase de mobiliario y en cuanto superemos la alerta fijaremos una fecha para la inauguración», precisa Yon Collar, concejal de Cultura de Errenteria. El equipo de Gobierno de la localidad se ha propuesto que la apertura del centro cultural coincida con el séptimo centenario de la fundación de la villa que se cumple este mismo año. «Lo ideal -apunta el concejal- hubiese sido inaugurar Lekuona el día de la efeméride, que es el 5 de abril, pero por razones obvias eso no se va a poder ser, así que lo haremos cuando se restablezca la normalidad este mismo año».
Lekuona va a ser uno de los buques insignia del equipamiento cultural de Gipuzkoa. La antigua panificadora ha sido transformada en un centro cultural con una superficie de 4.448 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Su instalación estrella será un auditorio con capacidad para 691 personas sentadas, aforo que crecerá hasta alcanzar las 2.200 plazas con las butacas retiradas.
La culminación de los trabajos cierra un proceso de construcción plagado de vicisitudes. La antigua panificadora, que ocupa una posición privilegiada en la trama urbana, justo enfrente de la Alameda, ha sido objeto de un sinfín de controversias desde que surgió el proyecto hace una década. La idea original, consensuada cuando la localidad estaba en manos del PSE-EE, era levantar un equipamiento que se articulaba en torno a una biblioteca. Sin embargo, con la llegada de un nuevo equipo de gobierno encabezado por Bildu, el proyecto dio un giro y se pensó en hacer un centro de artes escénicas que fuese la sede de Dantzagunea. La Diputación, entonces del mismo color político, dio el visto bueno a la idea y el proyecto salió adelante después de que se introdujese una modificación para incorporar un auditorio.
Las obras fueron adjudicadas con la vista puesta en 2016, año en el que estaba prevista su inauguración. En julio de ese mismo año, sin embargo, los trabajos se interrumpieron por diferencias «técnico-administrativas» entre el consistorio y la empresa contratista y el proyecto quedó en el dique seco. La paralización abrió un nuevo periodo de incertidumbre en torno a Lekuona. La Diputación, que ya había dejado de estar en manos de Bildu, y el Ayuntamiento retomaron las negociaciones y se alcanzó un pacto que contemplaba un cambio de rumbo en el centro, que recuperó parte de su espíritu original al añadir una biblioteca al auditorio.
Cargas económicas
El reencuentro entre ambas instituciones, que fue aprobado por unanimidad en el pleno municipal, llevó aparejado un acuerdo en lo referido al reparto de las cargas económicas del proyecto, que fue adjudicado por 6,9 millones de euros. La Diputación mantuvo la aportación de 2,4 millones que había comprometido en el pasado mientras que los 4,5 millones restantes salían de las arcas municipales. Cuando todo parecía finalmente encarrilado fueron dos incendios fortuitos los que volvieron a retrasar la obra el año pasado. La reparación de los desperfectos causados por el fuego ha demorado casi un año más los trabajos, que están ya en la recta final. Si la crisis del coronavirus se supera en los plazos previstos y no hay nuevos contratiempos, Errenteria estrenará en las próximas semanas un centro llamado a revolucionar el efervescente panorama cultural de la comarca.
La fábrica Lekuona
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Tres plantas. El centro ocupa una superficie de 4.448 metros cuadrados distribuidos en tres plantas.
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Auditorio. La instalación estrella del complejo tendrá una capacidad para 691 personas sentadas que se ampliará hasta 2.196 plazas sin butacas.
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Coste. 6,9 millones de euros a pagar entre Diputación (2,4 millones) y Ayuntamiento (4,5).
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