Exigentes colores

Que 'Lyric for strings' de Walker está inspirada en el 'Adagio para cuerdas' de Barber es una evidencia. Su dificultad está en conseguir el empaste en secciones y en toda la cuerda para que ésta, a modo de sonido único, pueda fluir con expresividad. Este viernes la escuchamos poderosa en este aspecto, dúctil y cálida. El director ofreció una lectura sin edulcorantes, pero llena de sensibilidad.

La Euskadiko Orkestra también abordaba por primera vez 'Doctor Atomic Symphony' de Adams, hecha de un minimalismo tan sutil como diabólico en la rítmica e incluso en su densidad orquestal. En Donostia es muy difícil escuchar su música, por lo que fue todo un acierto programarla. Cox demostró conocerla bien y llevó con seguridad a un conjunto atento, potente y brillante. Si bien necesita un poco más de rodaje, fue una interpretación notable que permitió vibrar con todas las sensaciones que provoca su escucha. Rachmaninov completó con otros colores, pero también exigentes, un encuentro inhabitual y fascinante.