'Salvatierra' de Pedro Mairal (Libros del Asteroide)

Pedro Mairal (Buenos Aires, 1970) compone en 'Salvatierra' un relato delicioso sobre la relación entre padre e hijo y la posibilidad de que el tiempo transcurrido no sea un escollo definitivo para paliar los sentimientos que nunca se expresaron. Aunque sea en diferido y de un modo que ya no se puede reparar.

'Salvatierra' relata con una voz narradora que tiene el don del contador de historias las andanzas de un hijo que trata de recuperar un inmenso mural de cuatro kilómetros de longitud que su padre, mudo y autodidacta, pintó y ensambló, un rollo por año, durante sesenta años. El narrador en primera persona tiene la intuición de que esa suerte de diario personal ilustrado puede ser la piedra Rossetta de su pasado familiar.

Sin embargo cuando el protagonista y su hermano heredan el cobertizo, codiciado por un comerciante, que alberga ese mural autobiográfico en el que el autor nunca llegó a autorretratarse ni a firmarlo, se topan con que falta un rollo.

Las pesquisas casi detectivescas, cruzando de Argentina a Uruguay a través del omnipresente río Uruguay, darán un nuevo registro al relato, hasta entonces intimista y lírico. Unos trazos sutiles, como pistas inadvertidas para el lector, irán esbozando los mimbres de un desenlace original. Esa búsqueda será una hermosa metáfora de un hijo que busca desenrrollar la identidad de su padre. Y también una forma de reencontrarse consigo mismo.

El hijo compulsa los datos que irá recabando en su proceso de reconstrucción con los recuerdos de su infancia, y aflorarán entonces aspectos insospechados de la vida familiar. «A veces sentía que estaba conociendo a mi padre por primera vez», «Ahora él me hablaba con el amor de su pintura y me decía cosas que nunca había podido decir».