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¡Van a convertir en una cafetería con tartas, y además pintada de un rosa chillón, el local de Lagun, la simbólica librería donostiarra! Uno puede poner el grito en el cielo y lamentar el signo de los tiempos, pero también cabe preguntar y saber. Porque lo que llega podría ser algo así como «la última novela de Lagun»: es la historia de una joven pareja llegada de Ucrania, afincada en Tolosa, que se ha embarcado en este sueño «para dar un futuro mejor a nuestra hija de 9 años». Por eso este 'coffe-shop' se llamará Milena, como ella. No es la mera noticia de una apertura hostelera (este sábado se inaugura), sino un relato cargado de símbolos como lo fue la propia librería. Mariia Maryna y Marian Alexandru Hotoboc, los dos de 27 años, saben el carácter especial del local, y por eso su proyecto contemplaba mantener un altillo con libros como un guiño a lo que fue, pero las ordenanzas lo han impedido.
La biografía de 'Lagun' es conocida: abrió en 1968 en la Plaza de la Constitución como un faro intelectual en pleno franquismo. María Teresa Castells, José Ramón Recalde, Ignacio Latierro y Rosa Cuezva fueron artífices de esa librería que primero sufrió las iras de la dictadura y después de ETA y su entorno, hasta el punto de que en el año 2000 tuvo que trasladarse a este emplazamiento en la calle Urdaneta. Ahí se mantuvo hasta que a finales de 2023 echó la persiana por el descenso en las ventas que hizo inviable el negocio.
Tras largo tiempo cerrado el local vuelve a la vida de la mano de esta joven pareja de la zona de Ucrania más cercana a Rumanía. No escapan de la guerra: llegaron hace ya años. Primero Alex, que vivió en Mallorca antes que en Tolosa, donde ha trabajado en la hostelería. Depués vino Mariia, que siempre soñó con ser decoradora y se ha ocupado de preparar el local. «Estamos cansados de malos jefes y por eso queremos abrir nuestro propio proyecto», confiesan.
Ya ha llegado el permiso final del Ayuntamiento para abrir este sábado. Quieren que sea un local que funcione de 8 de la mañana a 8 de la tarde, los siete días de la semana, «con un surtido de 16 tipos de café, cócteles sin alcohol, zumos, tartas y dulces de muchos países del mundo, así como cajas dulces de regalo, especiales para el día de San Valentín o el día de la madre», dicen llenos de ideas.
Admiten que el rosa de las paredes llamará la atención de los viejos clientes de la librería, así como la desaparición de los altillos: para los habituales de Lagun no será fácil reconocer la identidad del local. «Queremos empezar ya y que nos conozcan», se despiden.
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