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Multitudinario reencuentro con la playa
Simple Minds protagonizó el reestreno del escenario de la Zurriola tres años después
Olvidadas ya las olas de calor y las galernas, Donostia recuperaba su clima habitual. Claro que la lluvia aquí no amedrenta a nadie, menos aún ... si cabe a los 'jazzaldarras' que, tres años después, volvían a verse frente a frente con el escenario de Zurriola. Con las terrazas del Kursaal esperando todavía su estreno, todas las miradas las acaparaba el imponente Keler Gunea que poco después iba a ser arrasado por una retrospectiva ola ochentera. Y, al fin, sin lluvia. «Lo mismo ocurrió con Bob Dylan», recordaba emocionado Miguel Martín, director del Jazzaldia. «Llovió y llovió hasta que empezó el concierto».
La Zurriola respondió a la convocatoria con creces y superando cualquier expectativa. Dos horas antes una hilera de devotos esperaban ya a Jim Kerr y los suyos a los pies del escenario, mientras en los alrededores iban ocupándose los miradores con cientos de personas. Ambiente de día grande que recordaba a aquellos maravillosos años que tan lejos parecían quedar, y es que la playa estaba de vuelta y la fiesta no podía hacerse esperar.
También Simple Minds estaban de celebración y no solo porque el vocalista de Glasgow acabara de estrenar sus flamantes 63 primaveras hacía pocos días, sino porque son ya más de cuatro las décadas que los escoceses vienen haciendo música. Con su decimoctavo álbum de estudio en el horno ('Direction of the Heart'), no escatimaron en volver a recordar aquellos temas que les convirtieron en una de las bandas más ilustres de la 'new wave'. Un repaso a sus álbumes mayores como 'New Gold Dream', 'Sparkle In The Rain' y, por encima de todos, 'Once Upon A Time', aquellos que les elevaron a todos los podios del año 82 al 85.
Si arriba la alegría era plena con un septeto en éxtasis, fuera del Keler Gunea la vida aprovechaba a olvidarse por un momento de todos los problemas pasados, presentes y futuros para desgañitarse con un único grito de guerra. «Vivito y coleando» ('Alive and Kicking'), respondía el público cuando Kerr les cantó «¿Qué vas a hacer cuando todo se resquebraje?». Una respuesta abrumadora a la primera cita y no solo las generaciones veteranas, sino también de una amplia muestra de jóvenes que, por una u otra razón, han descubierto la música de los Minds o, sencillamente, ansiaban escuchar ya los primeros acordes del festival con algo de beber y comer de los 'foodtrucks' y de las carpas.
'Someone Somewhere' arrancó con el mejor repertorio rítmico de la joven baterista Cherisse Osei, que el público acompañó con un rugido. Un sonido potente que no bajó en ningún momento el ritmo con himnos como 'Mandela Day' o 'Belfast Song'. Tampoco pareció desentonar el nuevo single 'Vision Thing' entre el resto de éxitos consagrados.
Llegaron los matices más emocionales y serenos de 'See The Lights', con el que banda y público llenaron de aire los pulmones antes de afrontar un clásico como 'Don't You (Forget About Me)'. Se elevaron las voces en un tarareo al unísono y, con ellas, se elevaron también cientos de teléfonos para guardar más allá de la retina aquel recuerdo. Jim Kerr quería más y consiguió subir el volumen antes de unos bises que solo iban a continuar la fiesta. Esa que no ha hecho más que comenzar.
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