Una intervención en el Peine del Viento que apenas se note
El desgaste y la nivelación del paseo del Peine del Viento garantizará la accesibilidad. La colocación de una malla «apenas visible»en la ladera y una iluminación de balizamiento bajo el pretil completarán la obra
Una intervención que apenas será visible y una accesibilidad plena en el paseo que va hasta la plaza y las esculturas de Chillida. ... Esa es la intención del Proyecto de Rehabilitación Integral del Peine del Viento que ya tiene preparado el departamento de Espacios Públicos y Proyectos Urbanos del Ayuntamiento de San Sebastián, pendiente de las últimas autorizaciones para entrar en el periodo de licitación.
La colocación de una malla adaptada a la orografía de la ladera, la colocación de una iluminación solo como balizamiento bajo el pretil, la mejora del saneamiento y la sustitución de las tapas metálicas de las arquetas, también forman parte de esta intervención, cuyas obras no comenzarán hasta el último trimestre de 2020.
La mejora de la accesibilidad al Peine del Viento era una prioridad desde hace tiempo, con las dificultades que entraña un espacio como el creado por Luis Peña Ganchegui y Eduardo Chillida, en el que se funden la obra artística, el diseño urbanístico y la naturaleza, acrecentadas por la intención de que el lugar sea declarado bien cultural con la categoría de Conjunto Monumental. La obra, que tiene un presupuesto de 1.090.000 euros, no podrá empezar hasta finales de 2020, tras los procesos de licitación y contratación, y estaría terminada antes del verano de 2021.
Las claves
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Presupuesto Total con IVA: 1.090.000 euros.
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Plazos aproximados Inicio de la obra: finales de 2020. Finalización: Antes del verano de 2021.
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Intervenciones
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Generales Limpieza de granito, adaptación de la plataforma inferior a los criterios de accesibilidad, proyecto de iluminación y mejora del saneamiento.
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Puntuales Sustitución de tapas metálicas, reparación de piezas fisuradas, eliminación de la valla provisional y recuperación del canto rodado en el encuentro de la plaza con la ladera.
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Especiales Estabilización de la ladera
El proyecto redactado por el estudio Peña Ganchegui, por encargo del Ayuntamiento de San Sebastián, tras el acuerdo alcanzado con las familias para acometer la rehabilitación, se proponía resolver varias cuestiones: mejorar la accesibilidad, atender el mantenimiento, recuperar los elementos originales y «volver a la imagen primigenia que tenía el conjunto» del Peine del Viento, explica la concejala de Proyectos Urbanos, Marisol Garmendia. Ahora tiene que pasar por diversos departamentos municipales para que le den el visto bueno, e iniciar las obras contempladas en el proyecto. Tenemos ya una partida prevista en el presupuesto de 2020 para acometer las obras».
Uniformar la superficie
La intención es uniformar todo lo posible la rugosidad de la piedra de granito de Porriño de la superficie del paseo, «alisarla pero sin quitarle toda la rugosidad», y rellenar las juntas para que sea una superficie más homogénea».
Esta intervención se realizará solo en la superficie del nivel más bajo, la del paseo, pero no en los escalones ni en la plataforma de arriba, que permanecerán como están, aunque se limpiará toda la plaza, los muros y los graderíos para uniformizar el color y el aspecto del conjunto. «Hacer más accesible la terraza de arriba supondría alterar notablemente la fisonomía del conjunto, que es lo que está protegido», advierte Marisol Garmendia. «El Ayuntamiento tiene que buscar un equilibrio entre mejorar la accesibilidad y proteger el conjunto monumental para que no pierda la identidad».
En ese espacio de tránsito las juntas de la piedra del suelo son «muy abiertas y muy grandes» y también se nivelarán, explica Alfonso Vázquez. «Se trata de hacer un desgastado mecánico de la piedra pero sin que pierda el aspecto del granito. Es un desgastado suave para que el material no pierda sus características, pero a la vista será similar al resto de los adoquines de granito. «Se han hecho pruebas con sillas de ruedas, y tanto el Gobierno Vasco como los colectivos afectados por los problemas de accesibilidad han visto las pruebas y han dado la conformidad», añade Vázquez.
Tenue iluminación
Otra intervención en el paseo será la iluminación en forma de balizamiento para señalar el paso con luces bajo el pretil. Pero no se trata de iluminar el entorno, porque el proyecto original indica que todo el conjunto del Peine del Viento «es una transición entre la ciudad y la naturaleza y por eso no está iluminado, de manera que al llegar a la zona de las esculturas, de noche está oscuro, porque eso ya es la naturaleza».
En cuanto a la protección para evitar la caída de piedras en la ladera, se colocará una malla formada por cable de acero de dos milímetros, que actúa como una cortina que se adapta a la pared y permite que la piedra que cae quede retenida a medio metro del suelo. «Más que piedra, lo que cae es lo que llamamos chineo, piedra muy pequeña», explica Vázquez. «El estrato del flysch es muy fino y se forma piedra pequeña y de poco peso».
El objetivo es «respetar el entorno natural y el flysch que, además de ser muy atractivos, forman parte del conjunto, pero garantizando la seguridad y la accesibilidad», señala Marisol Garmendia.
La parte alta de la ladera ya está protegida, solo falta habilitar la parte baja, los últimos cuatro metros que se corresponden con la zona del flysch. La malla es flexible pero suficientemente fuerte para garantizar la seguridad con el tipo .
Otros detalles de la rehabililtación afectan a los elementos discordantes, que no estaban en el proyecto original y se añadieron tiempo después: una pequeña fuente «en estado ruinoso y carente de protección alguna», y un banco que tampoco estaba en el proyecto original. En cambio se propone recuperar un banco que había originalmente en la zona del hueco del flysch, que desapareció hace tiempo y que ahora se quiere reconstruir. También desaparecerá el pequeño desnivel con barandilla de aluminio que hay actualmente al inicio de la zona de tránsito.
La rehabilitación se completará con la mejora de los tres sistemas de saneamiento, el superficial, el sistema de canales y los colectores de la plaza. Y también se sustituirán las tapas metálicas de las arquetas de acceso al colector, por otras diseñadas con forma rectangular, de granito y reforzadas mediante chapa metálica en su parte inferior.
Desaparece el muro de obra para el estudio de la caída de piedra
La desaparición del muro de obra colocado hace tres años y la verja correspondiente, que afea y destroza visualmente el conjunto de la plaza y las esculturas de Chillida, será quizá la más llamativa de las intervenciones para rehabilitar el Peine del Viento. El muro y la verja fueron colocados hace casi cuatro años para proteger al ciudadano de posibles desprendimientos y para estudiar la caída de piedra. Con la rehabilitación, el conjunto podrá recuperar el aspecto original, cuando el Peine del Viento se abrió al público en septiembre de 1977.
En un momento en que se pretende que el Peine del Viento sea declarado conjunto monumental y optar a la categoría de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, «se trata de actuar de la manera menos invasiva e impactante posible. Esa malla es muy flexible y se pega como un vestido a las irregularidades, de manera que se puede apreciar sin problemas el flysch y todo el conjunto de la ladera», destaca Garmendia.
El otro gran problema hasta ahora era la accesibilidad por el paseo hasta la plaza donde se observan las esculturas de Chillida. Esa zona de tránsito está realizada con el mismo material de granito de Porriño que el resto del conjunto arquitectónico creado por Luis Peña Ganchegui. Y es por tanto imposible de sustituir sin alterar sustancialmente la obra artística, que integra también la naturaleza circundante.
El deterioro del paseo, y el aumento con el tiempo del desnivel de las juntas de las piedras, han ido provocando no solo el acceso casi imposible con silla de ruedas o muletas, sino la incomodidad de cualquier tipo de peatón. La solución adoptada pretende garantizar la accesibilidad sin alterar el carácter de la obra.
El proyecto de rehabilitación está ahora pendiente de la autorización formal de los departamentos de Cultura y de Costas de la Diputación, y de la aprobación del proyecto definitivo.
Después vendrá el periodo de licitación y contratación de al menos seis meses, así que la obra no podría comenzar hasta el último trimestre del año. El suministro de los materiales puede alargar la obra casi hasta el comienzo e del verano de 2021.
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