Ibon Aranberri crea una 'nota musical' con plantillas de luthier para el cartel de la Quincena Musical
El director, Patrick Alfaya, anuncia una 82 edición con «bastantes estrellas» y la probable presencia de orquestas internacionales
alberto moyano
Jueves, 25 de marzo 2021, 13:25
Una imagen a medio camino entre una flor barroca y una nota musical comprimida, creada por Ibon Aranberri (Itziar, 1969) a partir de plantillas de ... luthier será el cartel de la 82 edición de la Quincena Musical donostiarra que se celebrará el próximo mes de agosto. Una festival cuya programación se ultima estos días en una situación de «montaña rusa» a causa de la evolución de la pandemia, según ha confesado su director, Patrick Alfaya.
Además del responsable de Quincena y del propio Aranberri, en la presentación del cartel han estado presentes el director de Donostia Kultura, Jaime Otamendi, y el viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Andoni Iturbe. Además, asistieron el luthier Ander Arroitajauregi, el fotógrafo José Luis López Zubiria y el responsable de la tipografía, José Luis Lanzagorta.
Según explicó el propio artista, la imagen es el resultado de la superposición de varias plantillas que durante más de veinte años se ha utilizado en la construcción de instrumentos de cuerda barrocos. «Cada plantilla representa una sonoridad», pero al mismo tiempo, la repetición remite a «una especie de ritmo que nos lleva a la música». Con este cartel, Aranberri se suma a la larga lista de creadores que han trabajado con Quincena, como Eduardo Chillida, Vicente Ameztoy, Cristina Iglesias o José Luis Zumeta, y toma el relevo de Juan Luis Goenata, Itziar Okariz, Pello Irazu, que han firmado los tres últimos.
Aranberri confesó que «en principio, mi lenguaje visual no se adapta al de un cartel», pero indicó que aceptó el encargo y «en lugar de anticipar una imagen, decidí estudiar» en un proceso que conduciría al resultado final. Del cartel, indicó que el recurso a las «plantillas del luthier subieren una repetición» y destacó su interés por «la multiplicidad que conducen a una polifonía».
El artista de Itziar reconoce que su relación con la Quincena, a la que es asiduo «como aficionado, no como melómano», es «la de un ciudadano de a pie», mientras que la que mantiene con la propia ciudad es «de amor-odio», algo que tampoco consideraba nuevo en la historia de los lazos entre la ciudad y el territorio. «Aunque he pasado más de la mitad de mi vida en Donostia, no soy donostiarra».
Para la realización del cartel, Aranberri trasladó su estudio de trabajo a un taller de luthería con el objetivo de «ficcionalizar su posición de artista colocando a otro sujeto, el luthier, en su lugar». Y si lo físico en esta obra queda en manos del luthier y sus plantillas, la aportación artística reside en «el gesto, en el ejercicio de decidir la escala, la distancia, la relación que tiene que haber entre la figura y el fondo, e incluso en la reflexión de hasta qué punto el texto que acompaña a la figura es solamente texto o forma parte de la imagen. Todos estos ejercicios me han supuesto un conflicto, sin lugar a dudas, productivo», aseguró el artista.
El encuentro sirvió para que Alfaya adelantará algunas pinceladas de esta próxima edición de la Quincena, en la que en principo «sí habrá orquestas sinfónicas internacionales, pero la programación no se apoyará en ellas», ya que los cambios epidemiológicos y el posible cierre de fronteras hacen que sean «kriptonita».
En total serán en torno a 70 conciertos, en los que «habrá bastante estrellas, no sé si más que otros años, en formato recital», anunció Alfaya, pese a recordar que «no me gusta construir una programación sobre grandes nombres».
Explicó el director de la Quincena que «aunque cada día cambia la situación», pronto irá a la imprenta la programación de la 82 edición, en la que sí parecen confirmadas las presencias de los pianistas Grigori Sokolov –en solitario– y Yuja Wang, que acompañada de una orquesta protagonizará los dos conciertos inaugurales.
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