El Festival Marítimo de Pasaia regresará en el año 2022
La organización decide no retrasar este año su celebración y suspenderla con carácter definitivo
El Festival Marítimo de Pasaia, previsto para finales del próximo mes de mayo, ha descartado retrasar su edición de este año y ha optado por su suspensión definitiva. La organización confía en poder retomar dentro de un par de años una iniciativa que tuvo en su primera edición de 2018 una gran aceptación popular al congregar a cerca de 125.000 visitantes.
La mayor parte de los festivales marítimos que se iban a celebrar entre primavera y verano en Europa, entre ellos los de Brest y Amsterdam, dos de las principales referencias del sector, han optado también por la suspensión. El festival de Pasaia ya anunció hace un par de semanas la suspensión de la que iba a ser su segunda edición, que iba a celebrarse entre el 28 de mayo y el 1 de junio. Lo que se ignoraba todavía es si la cita, que nació con carácter bienal, iba a retrasarse unos meses hasta que se relajasen las medidas de seguridad por el coronavirus o se iba a caer del calendario.
La organización ha optado finalmente por esa última opción a la vista de la evolución de los acontecimientos. «Cuadrar las fechas de todas las embarcaciones que participan en una cita así es muy complicado, sobre todo cuando no hay un calendario claro sobre las directrices de salud parta los próximos meses», apunta Xabier Agote, principal responsable del festival. A esa razón cabe añadir otra que tiene que ver con las especificidades de las normativas marítimas en materia sanitaria. «A un festival como el de Pasaia vienen barcos de muchos países y en cada uno de ellos se aplican normas diferentes en lo que se refiere a la sanidad, lo que dificulta todavía más su celebración. No hay más que ver lo que está pasando con esos cruceros de lujo que no pueden desembarcar a sus tripulantes en ningún puerto para comprobar la complicación que entraña la navegación en estos tiempos de restricciones».
Todo ello ha llevado a los organizadores a descartar un retraso de las fechas y a dar por suspendida la edición de 2020. «Hicimos una reflexión -apunta Agote- y llegamos a la conclusión de que era mejor dejar pasar el tiempo y ver si las cosas se calman a lo largo de los próximos meses para poder empezar a preparar la edición de 2022».
El festival de Pasaia echó a andar en 2018 con una acogida popular que le auguraba un prometedor futuro. Fueron cerca de 125.000 personas las que se acercaron al puerto pasaitarra para contemplar embarcaciones históricas como 'L'Hermione', una espectacular réplica de una fragata francesa de tres palos del siglo XVIII, o asistir a los conciertos programados en los diferentes distritos de la localidad.
La edición de este año estaba llamada a consolidar la cita tanto en lo referente a la afluencia de visitantes como en términos de prestigio en el circuito de los festivales internacionales. La de Pasaia no es la única cita que se ha caído del calendario de festivales marítimos. Una de las referencias de todos los aficionados a los barcos antiguos, las Fêtes Maritimes de Brest, programadas entre el 10 y el 16 de julio, también han sido suspendidas.
Las claves
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Argumento «A un festival como el de Pasaia vienen barcos de muchos países y en cada uno se aplican normas diferentes de sanidad»
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Europa Otros grandes festivales, como los de Brest y Amsterdam, tambiénse han suspendido
El de Brest es uno de los festivales que marcan la pauta en el sector de la náutica tradicional. Con un presupuesto de 20 millones de euros, se celebra cada cuatro años y en su última edición, la de 2016, congregó en la localidad bretona a nada menos que 700.000 visitantes, un 38% más que en 2012.
Puerto bacaladero
El rotundo éxito de público cosechado por Brest confirma que los festivales marítimos se han convertido en una fórmula cada vez más sólida a la hora de buscar alternativas de futuro para los puertos que dijeron hace tiempo adiós a los años dorados de la pesca. Fécamp, una pequeña localidad de Normandía que en el pasado fue una de las principales plataformas de la flota bacaladera francesa, había decidido seguir esa estela y organizado para este año su propio festival marítimo, Fécamp Grand Escale, que se iba a celebrar entre el 1 y el 5 de junio con la presencia de más de dos centenares de embarcaciones.
El coronavirus también le ha pasado factura y ha tenido que ser suspendido. Otros grandes festivales marítimos como el de Morbihan, también en Bretaña, que se celebra los años impares, han tenido más suerte y de momento mantienen sus fechas (del 10 al 16 de mayo de 2021 en su caso). La última gran cita prevista para este año que se ha caído del calendario es el Sail Amsterdam, otro de los grandes eventos del sector, que tiene lugar cada cinco años. El festival holandés, que se iba a celebrar del 12 al 16 de agosto, ha hecho un esfuerzo hasta el último momento para mantener su programación. El pasado jueves, sin embargo, anunció su cancelación al constatar la imposibilidad de conciliar el festival con las medidas de seguridad establecidas por la crisis sanitaria. El coronavirus no hace distingos entre la tierra y el océano.