Crítica a 'Cazafantasmas: Imperio helado': Frío, frío...
Para Iván», pone en letras bien grandes al final de la película. Sí, cuando por fin llega lo más pegadizo, juguetón y entrañable de la ... ya larga saga de 'Cazafantasmas', acaso lo único que echemos de menos, la canción de Ray Parker jr. '¡Ghostbusters!'.
«Para Iván», claro, se refiere a Iván o Ivan Reitman, el director de la original película de 1984 y de su secuela de 1989. Ahora hay que situarse con los regresos tardíos (¿y pedidos por quién?) de los capturadores de espectros. El de Paul Feig de 2016 fue por libre en su intento de triunfar con un grupo de cazafantasmas chicas y esta película de ahora sigue el hilo de 'Cazafantasmas: Más allá', de 2021, a cargo del hijo Jason Reitman, y también combinando la presencia del siempre simpático Paul Rudd y un abultado reparto de adolescentes y jovencitos con la aparición de veteranos de las cintas ochenteras.
O sea, que estamos en el punto de unos cazafantasmas intergeneracionales que regresan a Nueva York, con un guion más del gusto del sector de diez a quince años que de quienes éramos jóvenes en los ochenta. La cosa, desde luego, no funciona en plan nostálgico (aunque agiten sin gracia la momia de Bill Murray y Dan Aykroyd tenga cierto protagonismo; nos evoca más su voz en castellano, Salvador Vidal, habitual doblador de Harrison Ford y George Clooney).
Tampoco parece entusiasmar al público adolescente y juvenil este producto al que le falta chispa y que hasta llega a aburrir con su desparrame de personajes y secuencias que terminan sin haber avanzado demasiado. Claro que algo como 'Cazafantasmas: Imperio helado' se ve con indulgencia y entre los ectoplasmas, la tecnología, la acción, los pinchos de hielo que invaden Nueva York y alguna broma se pasa el rato hasta la canción final.
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