Equilibrio aparente

Es cierto que la figura de la mujer que está en una encrucijada en su vida y no sabe cómo salir del atasco empieza a ser demasiado recurrente. Pero '¿Dónde estás, Bernadette?' ni es un manual de autoayuda, ni se queda en la melancolía victimista. Bernadette tenía mucho talento como arquitecta, pero entre una cosa y otra fue renunciando a todo y se encuentra en medio de una familia aparentemente feliz y realizada, pero con una insatisfacción que ella canaliza en forma de histrionismo y sociopatía, y que Linklater aprovecha bien para dar un azote al 'american way of life'.

La arquitectura y el diseño son elementos que el cineasta utiliza magníficamente para representar lo que se trae entre manos: esa casa medio perfecta, medio destartalada, que habita Bernadette, y los bloques de hielo de la Antártida como edificios por diseñar y recobrar su identidad. Linklater se aventura en acontecimientos rocambolescos que, además de apuntalar la suave comicidad del filme, parecen conceder una oportunidad a los personajes, entre el sueño posible y la realidad cotidiana. Cate Blanchett se excede un poco en la gesticulación, pero vuelve a ser un polo magnético para dejarse llevar a donde ella diga.