Belleza, inocencia y perversidad

Lo saben bien los muchos admiradores de su obra, en distintos ámbitos y lugares, que incluyen una petición desde el email del mismísimo George Lucas. «Al principio pensaba que era un 'fake', que no podía ser. Pero lo contesté y, efectivamente, era George Lucas que había visto una de mis ilustraciones y quería utilizarla para su proyecto de museo en Chicago, que de momento está parado, pero por supuesto di el permiso». Y su obra 'The Counselor' sigue ahí en la web del museo para encabezar la sección de ilustración digital.

Una muestra del ya muy amplio trabajo de Sarima se puede disfrutar estos días en la Biblioteca Central de Alderdi Eder, en la decimosexta edición de Euskadi Fantastikoa, la rama de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián dedicada a la ilustración.

A sus 48 años, Sarima tiene una notable trayectoria a la que se ha entregado a veces en demasía, según confiesa: «Tuve una tromboflebitis por estar 16 horas al día sentada en el ordenador». Ahora cuida más sus prioridades aunque sigue trabajando en su peculiar mundo fantasioso siempre que los proyectos le parezcan interesantes.

Una trayectoria que tuvo un punto de inflexión con su ilustración 'Amalurra', que «es la que me permitió ganar el premio Mallorca Fantástica, en 2009, la más icónica, la más pirateada... incluso le cambiaron el nombre a 'Gea'. El título original refleja mejor una de las mayores inspiraciones de la artista bilbaína, que es «la cultura de mi tierra, la mitología vasca, un imaginario con el que hacer algo propio».

'Amalurra' es una de las ilustraciones que se pueden ver en la exposición que ha comisariado Jorge Madejón, quien considera que Samira es «todo un referente dentro de la fantasía, con una trayectoria impresionante». Lo certifican sus portadas para los libros del escritor Pedro Urvi, con la serie 'El sendero del guardabosques', de enorme éxito. «Apostó por mí cuando vio una de mis ilustraciones y nos llevamos muy bien, porque valora mucho el trabajo», explica Samira.

En la exposición figuran algunas de esas ilustraciones, y también las realizadas para otros libros, como 'Linderum tesaran Racem I: la invasión de las sombras', 'Legado de reyes' o el primer libro que Sarima publicó como escritora, 'Ilunabar: Magic Fables', en 2011, con la editorial Dibbuks. «Me gusta que el espectador cree su propia historia a partir de lo que ve o lo que le sugiere el título. El editor se empeñó en que hubiera textos que acompañaran a las ilustraciones, y dije que para eso prefería escribirlos yo, y me lancé».

Otra de sus ilustraciones más celebradas, un fauno con un niño dormido en su regazo, está basada en «mi marido durmiendo a nuestra hija un día que le dolían los dientes. Me gusta partir de mi vida cotidiana para crear un mundo de fantasía», afirma. 'Los amantes', que muestra el abrazo de una mujer pájaro y un hombre árbol, también refleja su matrimonio. «Mi marido y yo nos parecemos en carácter como un huevo a una castaña y sin embargo encajamos genial».

Le molesta que se considere la ilustración como «algo que te lo hace el photoshop», porque «yo aprendí a pintar al óleo y si no sabes dibujar a mano, no tienes nada que hacer con el digital. Con la vista ya un poco cansada, el nivel de detalle que necesito solo lo puedo hacer con el ordenador».