100 años de la reunión de la Sociedad de Naciones en San Sebastián

Entre el 31 de julio y el 5 de agosto de 1920, San Sebastián acogió una reunión trascendental del Consejo de la Sociedad de Naciones, que se había constituido un año antes, en el marco del final de la I Guerra Mundial y del Tratado de Versalles. En aquella reunión, entre otras cosas, se preparó la primera Asamblea General de la primera institución auténticamente supranacional, que tendría lugar en noviembre de aquel año en Ginebra con la participación de 42 países.

La sesiones oficiales del encuentro, en el que una ciudad que no había sufrido los rigores de la guerra y seguía disfrutando de la Belle Époque se volcó, se desarrollaron en el palacio Diputación Foral. En aquellos salones, y en despachos acondicionados en otros puntos de la ciudad, se pusieron los cimientos de una paz que no fue tan duradera como sus promotores esperaban, pero abrió caminos que hasta entonces no se habían explorado. Con motivo del centenario de la reunión, la Diputación ha preparado un programa conmemorativo que han presentado el diputado foral de Cultura y Cooperación, Harkaitz Millan, el historiador Carlos Rilova y el jurista y profesor de Derecho Internacional Público de la UPV-EHU Juan Soroeta.

El centenario dará lugar, según ha adelantado Millán, a tres conmemoraciones que, de manera sucesiva, destacaran los aspectos politicos, históricos y jurídicos de la Sociedad de Naciones, «el primer organismo que puso las bases de la colaboración internacional», el precedente de la Organización de las Naciones Unidas, que fracasó pero «dejó como legado organismos como el Tribunal Penal Internacional y la Organización Internacional del Trabajo», así como «los primeros atisbos de los Derechos Humanos».

Además de «recordar una efeméride muy importante para San Sebastián», con las actividades previstas la Diputación quiere «extender a toda la sociedad guipuzcoana la sensibilidad acerca de lo que significa y significó la colaboración internacional». La primera cita tendrá lugar el 30 de julio y consistirá en un «acto político» que tendrá lugar en el mismo salón en el que se reunieron hace 100 años los delegados de los países que integraban el Consejo. En el mismo, además de las autoridades locales, estarán presentes los cónsules de aquellos países -Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón, Brasil, Bélgica y Grecia-, así como la Ministra de Asuntos Exteriores, Arantxa González Laya.

El acto irá acompañado «de una pequeña exposición divulgativa para mostrar el contexto y la importancia del encuentro», de cuya concepción se ha encargado Carlos Rilova. El historiador ha precisado que la exposición, que permanecerá dos días en el palacio foral y posteriormente se trasladará al Koldo Mitxelena, «va a girar en torno a cinco expositores en los que, a través de paneles explicativos» se va a trazar una línea histórica que se remonta al siglo XVII y va recorriendo de guerra en guerra la historia de Europa hasta desembocar en la Gran Guerra, que alcanzó niveles de horror hasta entonces inéditos, y en la constitución de la Sociedad o Liga de las Naciones.

El largo viaje que propone Rilova no termina ahí, sino que culmina en 1978, «cuando España se incorpora a la heredera de la Sociedad, las Naciones Unidas». En otoño, un ciclo de tres conferencias coordinado por Carlos Rilova y tres películas seleccionadas por Begoña del Teso, ayudarán conocer mejor la naturaleza y las actividades del organismo que se creó hace 100 años y no pudo evitar la II Guerra Mundial, así como el contexto de su nacimiento, auge y caída. Todos los actos tendrán lugar en el Koldo Mitxelena.

El último hito de la conmemoración llegará en 2021, y consistirá en un seminario jurídico organizado a propuesta del Departamento de Derecho Internacional Público de la UPV. Juan Soroeta, al referirse a las actividades del próximo año, ha atribuido al «planteamiento un tanto ingenuo» el fracaso de la Sociedad de las Naciones y ha recordado que también en nuestros días la capacidad de actuación efectiva de la ONU y otros organismos internacionales está muy condicionada por el hecho de que sus decisiones no sean vinculantes ni de obligado cumplimiento para los Estados. El jurista donostiarra ha afirmado que «ese es un debate que sigue abierto, en torno al cual del seminario de San Sebastián, que tendrá una gran repercusión internacional y colocará a Gipuzkoa en el centro del Derecho Internacional, podrán salir propuestas interesantes». Qué decisiones pueden tomarse cuando un Estado viola el Derecho Internacional será, justamente, una de las cuestiones que se abordará en un seminario que contará con la participación de jueces, fiscales y agentes jurídicos provenientes de diversos órganis jurisdiccionales internacionales.