Borrar
Una escena de la serie.

Una cana al aire

Como cualquier historia, una infidelidad siempre tiene varias versiones. La serie 'The affair' aborda en su segunda temporada la destrucción de dos parejas desde el punto de vista de sus cuatro protagonistas

Jorge Barbó

Jueves, 22 de octubre 2015, 18:49

A abre el ojo y lo primero que ve es la espalda de B. Otrora esculpida a golpe de gimnasio, hoy luce un incipiente e inquietante manto peludo. Antes, al principio, el día arrancaba con una sonrisa, un beso juguetón y un "buenos días, cariño". Y hoy con un pedo mañanero. Ese momento en que B se metía en la ducha para enjabonar la espalda de A ha dado paso a una costumbre bastante más prosaica. Mientras A se frota la cabellera, B está sentado en el trono con el iPad en las manos. A se mira en el espejo y se dice que -¡ey!- todavía podría estar en el mercado. Entonces, C. El de la oficina. El de los pantalones ajustados y la sonrisa impoluta. Y pasa.

Fundido a negro

Antes era sí y ahora todo (siempre, siempre) es no. A tiene dolores de cabeza a la hora de dormir. A se depila con la cuchilla de afeitar de B. A ha abandonado la lencería de encaje por unas bragas de color carne. A está obsesionada con los copos de avena y los zumos-con-muchas-cosas. A sólo quiere ver programas de reformas. Entonces, D. La chica del gimnasio, la de las mallitas fucsias, la que no se ruboriza cuando A le mira el canalillo de forma descarada. Y pasa.

Como cualquier historia, una infidelidad siempre tiene varias versiones. "Mi" verdad rara vez coincide con "su" verdad. Con esa aguja se empieza a hilvanar, a puntadas de thriller, la trama de 'The Affair', el drama familiar de Showtime cuya segunda temporada emite Canal+Series en España. La serie, que ganó el premio al mejor drama en la pasada edición de los Globos de Oro, presenta la historia de dos parejas frente a un escarceo. Todo desde el punto de vista de los dos adúlteros. Él, escritor, padre familia y casado con una niña bien. Ella, camarera y esposa de un tipo duro, el hermano mayor de los Lockhart, la familia en decadencia que controla el business del ocio (en su más amplio sentido) de Montauk, un pueblo que acoge a la beautiful people neoyorquina durante el verano.

Cada capítulo de la primera temporada de la serie se divide en dos partes para abordar el argumento narrado por sus dos protagonistas, Noah (Dominic West) y Alison (Ruth Wilson, ganadora del Globo de Oro por su papel en la serie). Una historia de atracción que se va enredando en una madeja de mentiras y medias verdades que no siempre coinciden. Ambos, por separado, van desgranando su versión de lo sucedido en una sala de interrogatorios. Porque la infidelidad se mete en la cama de un suceso, con una víctima, que el espectador irá descubriendo con el paso de los capítulos. Una vez resuelto, es natural poner en duda lo oportuno de otra tanda de capítulos. Sin embargo, la segunda temporada incluye también la versión de los dos engañados, Helen (Maura Tierney) y Cole (Joshua Jackson), ya descubierto el húmedo affaire.

Más allá de los desnudos frontales, tanto masculinos como femeninos, y las tórridas escenas de sexo más que menos explícito, lo interesante de la ficción reside en la novedosa forma de abordar la historia, con continuos saltos en el tiempo y unos resortes más propios de la literatura. Una cana al aire al típico drama.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Una cana al aire

Una cana al aire