Las diez noticias clave de la jornada
Buceadores de la Ertzaintza han buscado durante horas a los tres desaparecidos en el río Urumea. ARIZMENDI

Dos hernaniarras y una vitoriana mueren tras caer su coche al Urumea

El vehículo cayó por una ladera al intentar apartarse para dejar paso a un todoterreno. El accidente ocurrió en el barrio Osinaga de Hernani y dos ocupantes más salvaron la vida

Estrella Vallejo

San Sebastián

Domingo, 8 de marzo 2020

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A las nueve de la noche de este domingo y tras 21 intensas horas de búsqueda, se confirmó el peor de los presagios. Los servicios de emergencias localizaron el vehículo accidentado en el río Urumea, a la altura del barrio Osinaga de Hernani, con los cuerpos de las tres personas desaparecidas en su interior. Los fallecidos son dos hombres de Hernani y una mujer de Vitoria, cuyo marido y un quinto acompañante pudieron salvarse y salir a la superficie poco después de que el monovolumen se precipitará terraplén abajo la noche del sábado.

El rescate se vio seriamente comprometido desde el inicio por la fuerte corriente y la suciedad del río después de las lluvias de los últimos días, por lo que el dispositivo precisó de varias dotaciones de la Ertzaintza, Bomberos de San Sebastián y Cruz Roja para llevar a cabo una actuación que finalizó gracias a que una grúa de gran tonelaje pudo sacar el vehículo del «agujero» de cinco metros de profundidad en el que se encontraba sumergido. Una zona que no estaba excesivamente alejada de donde se produjo la caída del coche y que los submarinistas rastrearon, pero que la turbiedad del agua les impidió verlo hasta 21 horas después.

El suceso tuvo lugar sobre las 23.30 horas del sábado cuando el vehículo en el que iban estos cinco amigos –tres hernaniarras y una pareja de Vitoria– salía de cenar en la sidrería Iparragirre. En un punto de esta carretera rural, un todoterreno que venía de frente les obligó a apartarse, y fue al realizar esa maniobra, cuando la rueda delantera se salió del firme, pisó tierra y provocó que la Citroën Berlingo en la que circulaban se precipitara al río por un terraplén de unos diez metros de altura, dando varias vueltas de campana, según indicaron fuentes cercanas al caso.

«La corriente y la mala visibilidad ha dificultado la labor de los buzos», indicó el director vasco de Emergencias

El vehículo se precipitó por la ladera al intentar apartarse para dejar pasar a un todoterreno que venía en sentido contrario

Uno de los supervivientes, natural de Vitoria, fue rescatado con hipotermia severa y el otro, con una afección en el hombro

Nada más caer ladera abajo, en el interior del monovolumen se creó «un efecto burbuja» que permitió a dos de los ocupantes, ambos de 59 años de edad, desabrocharse el cinturón y salir del vehículo, antes de que se sumergiera por completo. Uno de los supervivientes, Txomin Peña, natural de Hernani y de 59 años de edad, consiguió alcanzar la orilla más cercana al caserío Loidi, desde donde las patrullas de la Ertzaintza que acudieron al lugar en un primero momento pudieron rescatarle sin dificultad, y tras lo cual fue atendido por una afección en el hombro derecho.

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Galería. Las labores de búsqueda de los efectivos de Bomberos y Ertzaintza. Arizmendi

Su compañero Javier Clemente, en cambio, fue rescatado cerca de 45 minutos después con una hipotermia severa, y una temperatura corporal de 32 grados. Este hombre natural de Vitoria logró nadar hasta la orilla opuesta, en una zona de mucha corriente, donde permaneció con el agua al cuello, sujeto a una rama sin demasiadas garantías, hasta que uno ertzaina se lanzó para auxiliarle, ante la gravedad de su situación.

Un amplio dispositivo

La escasa visibilidad de la zona en la superficie, unido a la fuerte corriente y a la suciedad del agua dificultó enormemente las labores de rescate durante la noche. Con los primeros rayos de luz, se reforzó el equipo con la unidad acuática y de montaña de la Ertzaintza, el servicio de Bomberos de Donostia y la Cruz Roja que se desplazaron al lugar. «Hemos intentado buscar el vehículo, pero las condiciones son malísimas. Nuestras motos de agua funcionan con turbina y la suciedad del agua ha impedido que lo hagan correctamente», explicó Hasier Habans, oficial de Bomberos de Donostia desde la zona del suceso pasado el mediodía de ayer.

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Desde el aire, un helicóptero sobrevoló el cauce del Urumea y varias zódiac trataron de localizar sin éxito el vehículo con detectores de metales aguas abajo desde el punto en el que los dos supervivientes vieron el monovolumen en la superficie por última vez. También una veintena de buzos de los tres cuerpos de emergencias se sumergieron en distintos tramos «para intentar cubrir la mayor extensión posible del río y donde más probabilidades» había de localizar el vehículo, indicó Pedro Anitua, director de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno Vasco, que se acercó al lugar de los hechos. Allí, frente al caserío Loidi, permanecieron inmóviles toda la jornada los familiares de los desaparecidos, que agradecieron la atención recibida en todo momento por los servicios de emergencias.

Anitua señaló en declaraciones a los medios que la «fuerte corriente» y la mala visibilidad comprometió las labores de búsqueda y rescate de los submarinistas desde el inicio. «Les impide centrarse en un punto, les arrastra y tienen que volver», lamentó a primera hora de la tarde. Y prueba de ello es que no fue hasta las siete de la tarde cuando pudieron localizar el vehículo a una profundidad de cinco metros y en una zona relativamente cercana a donde se produjo la caída. No obstante, la fuerza con la que bajaba el río no permitió extraer la Citroën Berlingo del Urumea hasta dos horas después, cuando se confirmó que los cuerpos sin vida de los tres desaparecidos estaban en el interior del monovolumen, la principal hipótesis sobre la que se trabajó desde el inicio.

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Vídeo. Labores de búsqueda a primera hora de esta mañana.

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