Irun
La plantilla de Lanbide reclama soluciones a las afecciones por las obrasExigen a la dirección que presente alternativas viables porque en la actualidad «la ciudadanía no está recibiendo un servicio de calidad»
La plantilla de la oficina de Lanbide en Irun ha hecho públicas las quejas y reivindicaciones que hasta ahora habían mantenido como algo interno dentro ... del propio servicio de empleo vasco. La oficina irundarra está ubicada en el edificio de Emigración donde desde 2019 se han venido efectuando diferentes fases del proyecto de rehabilitación y transformación del inmueble. Desde que se empezó a hablar de ese proyecto se especuló con la salida del servicio de Lanbide, ya fuera de forma temporal hasta finalizar todos los trabajos, ya de manera definitiva.
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«Denunciamos públicamente la situación actual. Los niveles de ruido son inaceptables y afectan gravemente a la capacidad de los profesionales para desempeñar sus funciones y, consecuentemente, la calidad del servicio ofrecido a la ciudadanía ha empeorado», advierten trabajadores y trabajadoras de Lanbide Irun.
Aseguran que «los ruidos de taladros, martillos, excavadoras, generadores y otros se producen de manera continuada durante todo el horario laboral y alcanzan niveles insoportables. Unido al incómodo acceso a la oficina y a las obras de urbanización en la calle de acceso», la situación se ha vuelto imposible. Son más de seis años de obras «con nosotros y nosotras dentro. Estamos experimentando fatiga auditiva y dificultades para concentrarnos. Es difícil mantener una conversación fluida con usuarios del servicio, hablar por teléfono o realizar cualquier gestión que requierea un mínimo de concentración» por lo que subrayan la repercusión «directa en la atención y el asesoramiento que podemos ofrecer. Los y las trabajadoras del SEPE se marcharon en mayo por los ruidos».
Trabajadores de la oficina aseguran que el nivel de ruido «impide mantener una conversación fluida al atender a una persona»Aseguran también que los accesos no son adecuados ni para quienes trabajan ni para usuarios y usuarias
La plantilla reivindica que el servicio que ofrece Lanbide «es esencial. Juega un papel crucial en la intermediación laboral, la orientación profesional y la gestión de ayudas sociales. La imposibilidad de operar en un entorno de trabajo adecuado mina la salud y el bienestar de empleados y empleadas y también vulnera el derecho de la ciudadanía a recibir un servicio de calidad».
Representantes del colectivo de trabajadores y trabajadoras aseguran que las reclamaciones a la dirección de Lanbide en busca de una solución han sido reiteradas. «Se nos han presentado soluciones, pero no han resultado adecuadas y la situación no ha mejorado. El servicio de Lanbide debe ser presencial», remarcan, «por eso reivindicamos una solución urgente que garantice condiciones laborales dignas de habitabilidad y salud laboral para que podamos prestar un servicio público de calidad».
Hace más de un año, las obras se pararon a la espera de que Lanbide trasladara sus dependencias, cosa que no llegó a ocurrir ni antes del verano, como estaba previsto, ni en septiembre, como se anunció después, al parecer por falta de un espacio adecuado al que desplazarse. Tras ese episodio, para poder seguir con la habilitación de los futuros espacios ciudadanos en Emigración, se modificó el desarrollo previsto de las obras para adaptar la ejecución de los trabajos a la presencia de la oficina.
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