La nueva coalición de Gobierno busca un «horizonte de estabilidad» con la ambición de ampliar consensos

El alcalde, José Antonio Santano, firmó ayer las delegaciones correspondientes al nuevo Gobierno de coalición que regirá el Ayuntamiento de Irun a partir de ahora. Un pacto entre Socialistas de Irun y Podemos-IU ratificado por las bases de las tres formaciones y nacido a partir del acuerdo en torno a un programa (disponible para su consulta en la irun.org) que el propio Santano y la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Echeveste, dieron a conocer ayer junto con la configuración de ese nuevo Gobierno local. Entran tres delegados de Elkarrekin y sale uno de los actuales, «sin incrementar el coste para el Ayuntamiento», señaló Santano, porque dos de los nuevos entran al 75% y Podemos-IU renuncia a las asignaciones de portavoz y secretario.

Como ya hizo hace unos días cuando se anunció el acuerdo, Santano volvió a incidir en la importancia de dotar de «estabilidad» al Gobierno en la complicada situación actual. Ayer admitió que en la respuesta local a la pandemia «la relación con los grupos estaba fluyendo», pero en algunos asuntos «no ha habido tanto acuerdo. Me preocupa el escenario a unos meses y creo que la manera de mirar con tranquilidad es con un acuerdo de base que no impide buscar acuerdos más amplios, pero da un horizonte de estabilidad, que ahora mismo es lo más importante».

El primer edil recordó que este punto de entendimiento con Podemos-IU llega por los acuerdos previos, incluido el presupuestario, como el que se alcanzó también con EH Blidu, que han ido «fortaleciendo la mutua confianza» entre las dos formaciones después de haber acabado el mandato anterior en una disputa muy por encima del calificativo de tensa.

Echeveste ya había recalcado que la coalición de Gobierno se sustenta «en un programa. Eso fue lo primero. La situación que vivimos no deja espacio para la confrontación y pide que busquemos los puntos en común para alcanzar acuerdos y salir de esto de la mejor manera y lo antes posible».

También fue muy clara ella en cuanto a que «la estabilidad» para aportar «certezas a la ciudadanía» con un gobierno en mayoría no impedirá «que busquemos ampliar los consensos con el resto de grupos, sin excepción». Por lo pronto, el programa de Gobierno se llevará al pleno. Se aprobará, por supuesto, pero el mero hecho de someterlo al debate y abrirlo a las propuestas de otros grupos quiere ser una muestra práctica de esa voluntad.

Con EH Bildu hay un acuerdo presupuestario que «por supuesto se va a cumplir», aseguró Santano, y no es mal punto de partida. El PP ya declaró «intranquilidad» por el nuevo socio del PSE y el PNV fue más allá y avisó de que la llegada de Podemos-IU al Gobierno «radicalizará» la política local. «Este acuerdo es para afrontar problemas y buscar soluciones. Soy José Antonio Santano. La gente de Irun me conoce y sabe cuál es nuestro comportamiento. Esto del PNV me suena a discurso que se hace a 500 km de Irun, que nada tiene que ver con lo que pasa en la ciudad». Para Echeveste el aviso jeltzale responde a una retórica «que se está quedando un poco vieja». Cree que en el Programa de Gobierno «cuesta encontar algo que genere confrontanción y hay margen para ampliarlo, para negociar con quiera hacerlo».

Una diferencia evidente de posicionamiento político entre socialistas y Podemos-IU se encuentra en el Alarde. «No es momento de hablar de esto, toca hablar del programa», decía Echeveste; «hay que sacar el asunto del rifi-rafe político», añadía Santano. Coinciden en que cada grupo mantiene su postura y respeta la del otro, pero entre los muchos temas por los que fueron preguntados en la comparecencia de ayer, éste es con claridad el que mayor incomodidad genera y con menos contundencia se contesta.