Ladrones de figuras en el cementerio de Irun

Sucedió en la madrugada del 13 de diciembre de 2017, y también en días posteriores previos al día 20, según se ha podido saber tras la investigación del caso. Según sostiene la Fiscalía, esa noche los dos acusados, de común acuerdo y valiéndose además de dos niños que tenían menos de 16 años para cometer los hechos, escalaron el muro del cementerio irundarra y accedieron al mismo. Una vez dentro, causaron daños en edificio de nichos municipales, en las sepulturas de tierra y en algunos panteones, valorados en 18.011 euros. Asimismo, sustrajeron «canalones y bajantes de cobre, numerosos jarrones y elementos metálicos de los panteones, diversos objetos religiosos y de índole similar», valorados en un total de 3.343 euros. Así, el día 20 de diciembre, a las 15.30 horas, los acusados acudieron al cementerio con una furgoneta blanca donde esperaron a los dos menores. Estos recogieron dos bolsas con todo el material sustraído que habían escondido en unos matorrales, y se montaron en la furgoneta. Sin embargo, la Policía logró interceptarles con el botín.

Al revisar el interior de la furgoneta los agentes descubrieron un cargamento de lo más variopinto: numerosos ornamentos metálicos del cementerio, tres trozos de tubos de cobre, 41 soportes para flores, un porta cirios con vela incluída y una figura metálica de la Virgen María con el Niño Jesús en brazos. Además, también hallaron siete cámaras de fotos, un teléfono móvil, una bolsa con cable de toma de tierra de varios metros de longitud, una navaja y una desbrozadora, que había sido robada días antes del interior de un caserío, también en Irun.

Los objetos fueron devueltos al cementerio, pero ocho personas reclaman ser indemnizados por los daños en las tumbas de su propiedad. Se les acusa de un delito continuado de robo con fuerza, y uno de los acusados es además reincidente, por lo que podría ser condenado a 5 años de prisión, y el otro a 4 años.