Investigan un albergue animal de Hondarribia por presuntos maltratos
El operativo de la Ertzaintza, que ha abierto diligencias e investiga a dos personas, ha permitido mejorar la situación en el centro, que da servicio a diversos ayuntamientos
La Ertzaintza, en colaboración con la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha inspeccionado el albergue animal Bi-lagun del barrio de Jaizubia de Hondarribia por un ... episodio de presunto maltrato. En un operativo denominado 'Bizirik', la Policía vasca ha abierto diligencias y ha investigado a dos personas que han sido responsables del centro tras constatarse diversas anomalías y donde, gracias a las acciones realizadas por diferentes instituciones, ya se ha podido mejorar la prestación de los cuidados necesarios, optimizando así las condiciones higiénico-sanitarias, el idóneo alojamiento para el refugio de los diferentes animales y la administración de los tratamientos veterinarios necesarios. Según ha podido saber este periódico, se trata de una instalación que da servicio a siete ayuntamientos de la zona, si bien no se han concretado cuáles.
Todo empezó el pasado mes de octubre cuando una asociación animalista dio la voz de alarma. Su queja estaba relacionada con ciertas condiciones al parecer «deficientes» detectadas en este albergue situado en la demarcación del Bidasoa, en relación a las instalaciones, ubicación y tratamiento de los animales allí existentes, en aplicación de la nueva ley de Bienestar Animal que entró en vigor el 29 de septiembre, seis meses después de su publicación.
Las claves
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Queja En octubre, una asociación animalista dio la voz de alarma al detectar condiciones «deficientes»
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Registro Una inspección obligó a la reubicación de todos los gatos así como la atención veterinaria a un perro
Por su parte, una plataforma de voluntarios que atiende a los animales del albergue también interpuso varias denuncias en la Ertzaintza y otras instituciones solicitando una actuación de las autoridades. Fue en noviembre. En consecuencia, la Ertzain-etxea de Irun puso en marcha los mecanismos necesarios para la resolución de la investigación en la que se ha contado con el asesoramiento de la Sección Central de Delitos Contra el Medio Ambiente de la Ertzaintza (SCDMA). Para ello ha sido necesaria la colaboración con la administración foral, local y Gobierno Vasco, contando con el Servicio de Ganadería de la Diputación, el Registro de Identificación de Animales de Compañía de la CAE (REGIA), la Agencia Vasca del Agua (URA), la Policía Local de Hondarribia y dos clínicas veterinarias de la zona.
Inspección minuciosa
A principios de diciembre, concretamente el día 5, tuvo lugar una inspección técnico policial acompañada de otra veterinaria de la Diputación con el objetivo de recabar más información que pudiera ayudar a saber la situación que atravesaba Bi-lagun. En dicho registro, tal y como confirma la Ertzaintza, se tomaron medidas de acción inmediata que recogían la reubicación de todos los gatos atendidos, así como la atención veterinaria de uno de los perros.
Realizada dicha visita, y a raíz de los datos recabados, las partes implicadas también solicitaron un informe a URA ante la «dudosa gestión de excrementos, lixivados y demás líquidos procedentes de los procesos de limpieza y desinfección». La Ertzain-etxea de Irun ya ha remitido las diligencias practicadas hasta el momento al Juzgado de Instrucción nº3 de Irun, encargado del caso, y a la Fiscalía delegada de Medio Ambiente de Gipuzkoa.
Por su parte, el Ayuntamiento de Hondarribia ha explicado en un comunicado que ha colaborado en todo momento con la Ertzaintza y que cumplirá en todo momento lo que dictamine el Juzgado para garantizar el cumplimiento de la ley de bienestar animal.
Los gobiernos central y vasco pactan la ley de Bienestar Animal
Los gobiernos central y vasco firmaron este viernes su acuerdo para que el Ejecutivo de Urkullu no plantee un recurso de inconstitucionalidad a la ley estatal de Bienestar Animal. La consejera vasca de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, se mostró «satisfecha» con las negociaciones que, en el seno de la comisión bilateral, han permitido «corregir los excesos competenciales» del texto. A su juicio, antes del acuerdo «la ley mermaba la capacidad para el desarrollo de las normas vascas» sobre bienestar animal.
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