Una de las noches más especiales

Preguntadas en los días previos, las cantineras de cada edición coinciden en señalar la noche del día 6 como una de las más especiales de todas las fiestas. Llega el momento de sacar del armario el vestido blanco, los pendientes, la txapela roja y los zapatos que con tanto mimo se han escogido durante las semanas previas. Llega el momento de lucirlos y recibir el cariño de la gente con el resto de compañeras mientras se comparten confidencias y los nervios lógicos de los últimos días.

Seguro que las veinte cantineras que se subieron ayer a la carroza de la sociedad Klink estuvieron consultando las previsiones meteorológicas hasta pocos minutos antes de comenzar la marcha. Todas tenían claro que la lluvia no iba a ser impedimento para disfrutar de una noche que comenzó poco antes de las diez. A esa hora la mayoría de cantineras ya se encontraba en las inmediaciones del Hotel Río Bidasoa para llevar a cabo la liturgia habitual de fotos grupales. En los exteriores, antes de subirse a la carroza, todavía hubo tiempo para sacarse más instantáneas. Las hubo individuales, con la familia o con amigos que se acercaron hasta Nafarroa Behera kalea provistos de paraguas. Algunas de las cantineras de este año, que pertenecen a la misma cuadrilla, también aprovecharon el momento para fotografiarse juntas.

María González Oliden (Tamborrada), Enara Sirvent Amunarriz (Banda de música), Idoia Ancisar Sorondo (Escolta de caballería), Idri-tza Olaziregi Otegi (Jaizubia), Ane Arruabarrena Larzabal (Arkoll), Lara Olazabal Amunarriz (Akartegi), Nekane Quiñones Goikoetxea (Pueblo), Irene Duinat Berrotaran (Montaña), Naroa Zamorano Txapartegi (Semisarga), Silvia Rodríguez Iza (Kosta), Carla Sanz Uriarte (Gora Ama Guadalupekoa), María Martin Lurburu (Ama Guadalupekoa), Amagoia Leal Amunarriz (Gora Gazteak), Itsaso Emazabel Sorondo (Beti Gazte), Elixabete Pascual Sagarna (Gora Arrantzale Gazteak), Isabel Melgarejo Foret (Mixta), Cristina Morán Martínez (Mendelu), Miren Erquicia Amunarriz (Olearso), Ainhoa Emazabel Lekuona (Done Pedro Kofradia) y Ianire Seco Zapiain (Batería de Artillería) fueron las cantineras que emprendieron el camino en dirección a Sabino Arana. Algunas tuvieron predilección por colocarse en el lado derecho de la carroza y otras en el izquierdo, pero todas se mostraron sonrientes con el inicio de la marcha y las primeras ovaciones.

Los que más se divirtieron con el lanzamiento de serpentinas y confeti fueron los más pequeños, que fueron haciendo acopio del mayor número posible a medida que avanzó la comitiva. La Banda de Música Ciudad de Hondarribia fue abriendo el paso entre aplausos, saludos a conocidos y gritos constantes de «¡guapas!» al paso por las calles Bernat Etxepare, Matxin de Arzu y San Pedro.

La carroza se detuvo en Javier Ugarte y las cantineras recorrieron a pie los últimos metros antes de entrar en una abarrotada Gipuzkoa plaza. Allí ocuparon las primeras filas de las sillas preparadas para la ocasión y esperaron pacientes el momento álgido de la noche, ese en el que escuchan su nombre, el de su compañía y la posterior ovación mientras suben al escenario.

Todas recibieron un obsequio de un noche que jamás olvidarán antes de que la Banda de Música tocase las diferentes marchas del alarde y pusiese el punto final a la velada. El día grande está a la vuelta de la esquina y es momento de guardar fuerzas para exprimir las veinticuatro horas más especiales del año.