«La puerta del garaje reventó y me vi arrastrado por el agua»
Vecinos de Bera reaccionaron con rapidez ante las lluvias torrenciales sin ser conscientes del peligro que corrían. «Ocurrió todo tan de repente que actuamos sin pensar»
En un primer momento, la adrenalina se disparó en muchos vecinos de Bera al ver que una tromba de agua incontrolada inundaba garajes y comercios ... en la madrugada del sábado. Algunos reaccionaron con rapidez para intentar salvar sus pertenencias sin pensar demasiado en los riesgos que asumían al enfrentarse a la riada, pero días después de la gota fría empiezan a asimilar el peligro que vivieron. Es el caso de Fernando Artieda, vecino de la calle beratarra de Legia. «Ocurrió todo tan de repente que, en ese momento, no fui consciente del peligro que corría, reaccioné sin persar demasiado. Pero cuando la puerta del garaje reventó, me vi arrastrado por el agua», relataba ayer a este periódico aún con el susto en el cuerpo.
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En plena tormenta, cuando el agua comenzó a subir de madrugada, bajó al garaje para intentar salvar objetos personales. El agua le llegaba a los tobillos, pero en el exterior el nivel seguía subiendo. «Como había desnivel entre entre lo que es la calle y el interior, de pronto reventó la puerta del garaje y entró todo el agua en tromba, de repente. Me vi arrastrado por el agua dentro del garaje. Me asusté, pero ahora pienso que no fui del todo consciente del peligro que corrí». Artieda explica que «el agua me arrastró varios metros, pero conseguí agarrarme a una columna, luego casi me cae un congelador encima... Por suerte no pasó nada. Cuando bajó un poco el nivel, conseguí subir al primer piso. Me sequé y estuve tranquilo. Pensé: 'que ocurra lo que tenga que ocurrir'». En su caso, el agua entró con tal virulencia que rompió muchos objetos. «Hay bastantes daños, no es solo cuestión de limpiar, es que algunas cosas están destrozadas».
«La tormenta no me despertó, lo hizo la voz de mi hermana que decía: ¡Fernando, corre, inundación!»
Coro Artieda
Vecina de Bera
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En la casa de al lado, su hermana, Coro, también vivió momentos complicados. «Yo no me enteré de la tormenta, pero debió de ser muy impactante porque según dicen mi marido y mi hija, se iluminó toda la habitación con los rayos. A mí me despertó la voz de mi hermana que decía: ¡Fernando, corre, inundación! Bajamos y teníamos hasta la ingle de agua y veíamos que había además mucho más caudal fuera que dentro. No podíamos abrir absolutamente nada. Salíamos a la ventana para ver cómo iba». Su marido llegó a estar en peligro. «Me lo contaron al día siguiente. Mi marido subió a casa de mi madre, desde ahí saltó a la tejavana bajo la que estaba el coche de mi hija y pensó en tirarse, cuando el agua iba a toda velocidad. Pero recapacitó y pensó en que le podía pasar cualquier cosa». Cuando empezó a bajar el nivel del agua, lo intentaron. «Abrimos una puerta para que él pasara. Lo tuvimos que hacer entre los dos porque el agua aún llevaba mucha fuerza». Ayer seguían limpiando, ya más tranquilos. «He estado dos días en 'shock'».
En el centro del pueblo, Carlos, de Grúas Beti Aurrera, seguía retirando ayer vehículos afectados por las lluvias. «Llevamos tres días sin parar. El sábado estuve toda la mañana sacando coches de esta misma calle, que estaba inundada por el barro. El domingo tomaron el testigo mis compañeros y el lunes y hoy otra vez yo», comentaba. «Hace falta trabajo para todos, pero es una pena que en este caso tenga que ser por unas inundaciones con estas».
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Los peritos visitan casas y locales para evaluar los daños
Una quincena de peritos del Consorcio de Compenasión de Seguros pasaban ayer por casas particulares y también por comercios y negocios de Bera para evaluar los daños provocados por el desbordamiento de la regata Zia en esta localidad. Durante los próximos días, las visitas continuarán, porque hay mucho trabajo por hacer. Algunos vecinos se mostraban extrañados al ver que los peritos habían pasado por las casas de algunos vecinos, pero no por la suya. «Hemos preguntado y nos han explicado que siguen el orden de entrada del parte, por lo que, aunque ya han comenzado con las visitas, tal vez se pueda retrasar unos días hasta que pasen a vernos», explicaba Coro Artieda. Las primeras estimaciones realizadas por el Consorcio de Compensación de Seguros, adelantadas el lunes por este periódico, prevén que las indemnizaciones asciendan a alrededor de 4 millones de euros. En total habrá que intervenir en 240 viviendas y comercios, cuya reparación tendrá un coste cercano al millón y medio de euros; también hay en torno a 95 vehículos inundados, con un coste que rondará el medio millón de euros; y los siniestros en infraestructuras, como en carreteras, alcanzarán como mínimo los dos millones. Lo que da el total de los 4 millones en indemnizaciones.
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