Eibar
Las pensiones en Debabarrena son superiores a la media estatal y están por debajo de la vascaEl movimiento pensionista alerta del nivel bajo, sobre todo entre las mujeres, pese a ser relativamente altas
Las pensiones en Debabarrena se sitúan, claramente, entre la herencia industrial y la brecha social. Nuestra comarca mantiene prestaciones superiores a la media estatal, ... pero por debajo de Gipuzkoa y Euskadi, mientras el movimiento pensionista alerta de pensiones muy bajas, sobre todo entre las mujeres.
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Las cifras confirman la intuición de muchos jubilados y jubiladas de la zona. Debabarrena sigue siendo una comarca de pensiones relativamente altas en el contexto español, fruto de décadas de empleo industrial, pero queda por debajo de las medias de Gipuzkoa y del conjunto de Euskadi. Y, detrás de las medias, aflora una realidad menos amable: cientos de personas, –especialmente mujeres–, cuentan con prestaciones muy por debajo de esos importes.
Según los datos manejados por la Seguridad Social, la pensión media en Debabarrena se sitúa en 1.767 euros mensuales. Esa cifra resume un mapa interno muy desigual. Elgoibar encabeza el ranking comarcal, con una pensión media de 1.864 euros, seguida de cerca por Eibar (1.843 euros) y Ermua (1.826 euros). En el otro extremo se sitúa Mutriku, donde la pensión media baja hasta los 1.582 euros, casi 300 euros menos que en Elgoibar.
Entre ambos polos se reparten el resto de municipios: Mendaro (1.786 euros), Mallabia (1.783), Soraluze (1.735) y Deba (1.723). De este modo, la comarca presenta un cierto «colchón» industrial, pero con diferencias notables entre localidades costeras y del interior, y entre los núcleos más ligados a la gran industria y aquellos de tejido más pequeño o artesanal.
Por debajo de Gipuzkoa
Pese a lo elevado de la cifra comarcal, Debabarrena queda por debajo del entorno inmediato. Así, la pensión media en Gipuzkoa se sitúa en 1.803 euros, mientras que la del conjunto de Euskadi alcanza los 1.843 euros, siempre según los datos de jubilación manejados en la comarca. Eso significa que las pensiones de Debabarrena son aproximadamente un 2% inferiores a la media guipuzcoana y alrededor de un 4% más bajas que la media vasca.
El contraste es muy distinto cuando se amplía el foco al conjunto del Estado. De acuerdo con la Relación de Pensiones de la Seguridad Social, a 1 de noviembre de 2025, la pensión media total (incluyendo jubilación, viudedad, incapacidad, etc.) en España es de 1.316,69 euros al mes, mientras que en el País Vasco asciende a 1.622,52 euros, lo que supone un 23% más que la media estatal. Gipuzkoa, en concreto, registra una pensión media total de 1.592,97 euros, ligeramente por debajo de Álava (1.646,70) y Bizkaia (1.634,95).
En ese contexto, la pensión media comarcal de 1.767 euros para jubilación coloca a Debabarrena aproximadamente un 34% por encima del promedio estatal, aunque algo por debajo del listón vasco. Es decir: la comarca confirma su tradición industrial y salarial dentro de la «zona alta» del mapa español de pensiones, pero sin llegar a las cifras más elevadas de Gipuzkoa ni de Euskadi en su conjunto.
Brecha de género
Detrás de las cifras macro, las organizaciones de pensionistas insisten en mirar «por debajo de la media». En Debabarrena, como en el resto de Euskadi, muchas personas —sobre todo mujeres— cobran pensiones muy alejadas de esos 1.700 u 1.800 euros. Carreras laborales intermitentes, empleos a tiempo parcial, trabajo doméstico no remunerado o años cotizados en condiciones precarias desembocan en prestaciones muy reducidas.
Por ello, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria mantiene su demanda de que el Gobierno Vasco establezca un complemento para las pensiones más bajas hasta equipararlas, al menos, al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), fijado actualmente en 1.184 euros en 14 pagas. La propuesta se concretó en una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), respaldada por más de 145.000 firmas, que fue debatida en el Parlamento Vasco.
Desigualdad interna y retos
El caso de Debabarrena es paradigmático: una comarca que puede presumir de pensiones medias altas en el contexto estatal, gracias a su pasado industrial y a una larga cultura de empleo asalariado, pero donde conviven realidades muy diferentes. No es lo mismo jubilarse tras décadas en la gran industria metalúrgica de Elgoibar o Eibar que hacerlo con trayectorias laborales fragmentadas en servicios, comercio o trabajos de cuidados.
Los municipios de la costa, como Mutriku o Deba, con mayor peso de los servicios y la pesca artesanal, registran pensiones medias visiblemente inferiores, reflejo de una estructura productiva distinta.
Y, en todos los casos, la brecha de género atraviesa las estadísticas, con mujeres que soportan la peor parte de la precariedad acumulada. Los datos de Debabarrena muestran que incluso en las comarcas «ricas» en pensiones, una parte importante de la población pensionista queda lejos de una vida desahogada.
La cuestión, a la vista de las cifras, ya no es solo cuánto se cobra de media, sino quién se queda por debajo, cuánto, y con qué margen para afrontar el coste de la vida en una Euskadi cada vez más cara. Los datos estatales muestran, además, una fuerte brecha territorial. Junto al País Vasco, Asturias y la Comunidad de Madrid se sitúan entre las comunidades con pensiones medias más altas, mientras que territorios como Andalucía, Galicia o la Región de Murcia están claramente por debajo del promedio estatal.
Euskadi cuenta con más de 620.000 pensiones, una estructura envejecida y una elevada proporción de jubilaciones de larga carrera laboral, lo que explica en parte esos importes medios superiores. Sin embargo, el informe del Ministerio también subraya que el peso demográfico de las personas pensionistas aumenta y que la sostenibilidad del sistema depende cada vez más de la calidad del empleo y de las cotizaciones de las nuevas generaciones.
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