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El bar Buhame de Urretxu acoge hasta el 17 de junio una nueva exposición de pinturas de Iñaki Mariñelarena. Su anterior muestra también tuvo lugar ... en este local y fue antes de que realizara un largo parón de cinco años sin coger los pinceles. «Ya pensaba que se me había olvidado pintar... pero no ha sido así. Aunque he de decir que hace cinco años pintaba sin gafas y ahora las necesito para trazar los detalles más pequeños. Por lo demás, creo que no he perdido la mano», relata.
«Incluso he experimentado con técnicas que nunca había empleado», explica el artista zumarragarra. Una de ellas ha sido la encáustica. «Se trata de una práctica milenaria, pero poco trillada por resultar muy engorrosa, consiste en pintar con cera caliente, a la que le añades pigmentos. Se utilizan pinceles normales, pero también un pequeño soplete para diluir la pintura en el propio cuadro», detalla sobre el nuevo proceso creativo en el que se ha sumergido en su vuelta. «El resultado que ofrece es curioso, se obtiene una textura completamente distinta a la de acrílicos u oleos, los colores son muy vivos, las transparencias son muy buenas. Supuestamente, es la pintura más duradera en el tiempo, pero es complicada, necesitas una pequeña infraestructura si quieres hacerla bien», comenta.
«También he fabricado una cera fría que se disuelve con agua, mezclando la cera caliente con jabón y pigmentos», apunta Iñaki. La experimentación con distintos materiales es una constante en su pintura, dependiendo del efecto que busque o el tema que quiera representar. «Cada cuadro te pide una solución distinta», indica.
En la exposición que ofrece en el bar Buhame no faltan las técnicas mixtas que tanto le caracterizan. Serrín, látex, bicarbonato… son algunos de los materiales empleados en sus obras.
«He de decir que respeto mucho a los pintores especializados en una única técnica, a los que tienen un estilo muy definido o los que solamente pintan un tipo de motivos. Sé que se valora mucho, incluso desde un punto de vista comercial, tener una firma muy reconocible ayuda, pero tengo que reconocer que no es lo mío», expone Iñaki. «Para mí lo verdaderamente divertido es salsear con cosas nuevas y las posibilidades que ofrece la pintura para ello son infinitas», valora.
«Recientemente hallé unos dibujos que había pintado hace ya tiempo empleando vino tinto, con los años han adquirido un gris muy bonito, también tengo un cuadro que pinté con Cola Cao y cola blanca», enumera entre sus curiosas creaciones.
Pintar cuadros no es precisamente barato, las pinturas buenas son caras y los lienzos grandes como los que emplea Iñaki también. Con los años y la experiencia, el artista zumarragarra ha aprendido a elaborar sus propios lienzos con listones de madera y tela y también se fabrica las pinturas con pigmentos que compra por Internet. «Creo que puede ser un buen consejo para aquellos que están empezando y no quieren arruinarse, que busquen en YouTube como realizarse ellos mismos el material», reseña.
En cuanto los temas que protagonizan sus cuadros, cuenta que esta vez ha incluido algo de pintura abstracta, pero por lo general, sus obras son figurativas. «Normalmente encuentro las imágenes que represento en Internet, que es una fuente inagotable de inspiración para mí. En la pintura vale todo, hacer fotos, pintar del natural, de un recorte de una revista o de un periódico, tirar de la imaginación o hacer 'trampas' con un proyector sobre el lienzo. Si el resultado es bueno, cualquier recurso el valido», considera.
Pintó los cuadros que expone en el Buhame durante los meses de febrero y marzo de este 2025.
Durante los cinco años en los que dejó de pintar no estuvo parado desde el punto de vista creativo. «Me monté un pequeño 'home studio' con varios sintetizadores, cajas de ritmos y el ordenador en mi casa y he estado salseando con la música electrónica», relata.
Tiene un canal de YouTube, https://www.youtube.com/@inakimarinelarenasanz6649, en el que ha ido subiendo canciones y videoclips de sus trabajos. «Todo es muy amateur, pero nunca imaginé que pudiera llegar a grabar canciones completas en mi casa que den el pego», comenta.
«Curiosamente, hacer una canción se parece mucho a pintar un cuadro, vas poniendo pistas, una sobre otra, ritmo, bajo, sintetizadores, samples de voces… y es exactamente lo mismo que pintar un cuadro con veladuras o capas de pintura, una sobre otra...», indica.
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