Oñati
Así afectarán al bolsillo las ordenanzas fiscalesHabrá una subida general del 2,51%, exceptuando la basura, cuyo recibo costará un 33,6% más para ajustarse a la normativa europea
Sábado, 26 de octubre 2024, 19:20
Las ordenanzas fiscales de 2025 estrenarán una tasa especifica y diferenciada para financiar íntegramente el coste de la recogida de basuras y residuos. El ... Ayuntamiento está obligado a cumplir una directiva europea que prohíbe que el servicio sea deficitario, y eso supondrá una subida del 33,6% en los recibos, al fijarse en 168,12 euros la tasa básica de recogida domiciliaria y aplicarse el mismo porcentaje al resto de tasas de basura.
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El motivo es que antes del 10 de abril de 2025 debe aplicarse el principio de que la recogida de residuos municipales debe tener un «coste cero» para las arcas de los ayuntamientos, y en Oñati, como en la mayoría de los municipios, esta actividad es deficitaria, pues se evita repercutir a los vecinos el coste total de la gestión.
La ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular de 2022, concedía un plazo de tres años para hacer realidad este fundamento, y ya no hay más margen, obligando a que a partir del año que viene todo el coste repercuta en la ciudadanía, en el recibo que pagan hogares, comercios y empresas. Eso sí, las familias suscritas al compostaje comunitario seguirán obteniendo, como hasta ahora, una bonificación del 25%.
Este 'basurazo', es sin duda, el aspecto más relevante de las ordenanzas fiscales del año que viene que tendrán una subida general del 2,51% en base al IPC interanual de septiembre de 2023 a 2024.
EH Bildu y PNV no discreparon en el tema de las basuras. No hubo esa unanimidad en el resto de tasas, impuestos y precios públicos. Los jeltzales abogaron por la congelación general «ya que el cumplimiento de la exigencia legal europea en basuras, conlleva implícita una subida de algo más del 3% en el global de impuestos y tasas, por lo que el resto de impuestos no necesitarían experimentar aumento alguno» relataron.
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El gobierno municipal, a su vez, defendió la subida del IPC «para poder seguir ofreciendo servicios públicos de calidad, apoyar económicamente a las personas en situación de vulnerabilidad, y a las asociaciones más necesitadas. Es una propuesta elaborada con actitud responsable, ya que los costes de los servicios asociados a estos impuestos o tasas también tienden a elevarse » señaló la alcaldesa Izaro Elorza.
Diferencia de criterios
Uno de los puntos de discordia fue la propuesta del PNV de eliminar el recargo del 100% para las viviendas que no sean residencia habitual. Los jeltzales defendieron «incentivar la puesta en alquiler de pisos vacíos mediante un esquema de bonificaciones, en lugar de seguir aplicando medidas punitivas». Abogaron por «impulsar una política municipal específica de vivienda para su desarrollo».
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EH Bildu, a su vez, considera que «este recargo por vivienda vacía contribuye, entre otros aspectos, a las ayudas destinadas a la población con dificultades para emanciparse». Según explicaron «el número de viviendas a las que se aplica el recargo ha ido disminuyendo. En 2013 se tramitaron 449 recargos y en 2024 la cifra ha sido de 284. 165 casas vacías menos, eso es, un descenso del 36,7%» aseguraron.
La propuesta del PNV de ampliar la tarifa reducida del polideportivo de los 22 a los 25 años tampoco salió adelante. «Siempre hemos defendido bonificaciones en base a los ingresos, que el criterio sea la situación económica, no la edad» argumentaron desde EH Bildu.
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El equipo de gobierno tampoco consideró adecuado vincular el impuesto a las viviendas con el coche eléctrico. «Ya hay una bonificación del 75% en el impuesto vehículos de tracción mecánica y el EVE ofrece una ayuda del 70% para quienes deseen instalar un cargador» señalaron.
Sí salió adelante la propuesta de bonificación del 90% a los impuestos sobre obras que se pretendan realizar para destinar al alquiler viviendas deshabitadas, pero con una serie de requisitos distintos, lo que molestó a los jeltzales.
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Así, para el gobierno «las ordenanzas fiscales de 2025 permiten a Oñati seguir caminando hacia una fiscalidad progresiva, posibilitando la transición ecológica y la justicia social, poniendo en el centro los retos de futuro».
El PNV, a su vez, critica «la dificultad» para hacer realidad sus propuestas. «A la diferencia en las visiones de ambos grupos a la hora de dar solución a problemas acuciantes del municipio, se une la actitud de EH Bildu para no llegar a acuerdos. Creemos que es posible una política fiscal que incentive y apoye a la ciudadanía, sin imponer más cargas de las necesarias» señaló Amaia Erostarbe.
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Al final no hubo sorpresas, y las ordenanzas fiscales de 2025 salieron adelante con el apoyo de la mayoría absoluta de EH Bildu y el rechazo del PNV. A partir del 1 de enero los principales impuestos municipales –IBI (impuesto de contribución de bienes inmuebles) , IAE (impuesto de actividades económicas), ICIO (impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras), vehículos y plusvalías–, además de las tasas y precios públicos, experimentaran una subida generalizada del 2,51%, mientras las basuras subirán un 33,6%.
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