El PNV pide al gobierno inversiones por 3,1 millones de euros en varias enmiendas

El PNV tiene claro que el gobierno de EH Bildu no ha trabajado mucho para la preparación del presupuesto municipal de 2023, «lo que van a presentar el próximo lunes es un presupuesto continuación de los últimos años, no hay ninguna ambición ni ningún proyecto nuevo. Son unos presupuestos pobres, sin mucho trabajo detrás», señaló la portavoz jeltzale Maite Agirre, durante la presentación de sus cuatro propuestas a los presupuestos de 2023.

La respuesta del gobierno a estas enmiendas parciales determinará el sentido del voto del PNV en la sesión del lunes 19 de diciembre, en la que EH Bildu tiene asegurada la aprobación con su mayoría absoluta de unas cuentas para 2023 por un importe de 29,4 millones de euros.

El PNV mantiene abierto en las últimas fechas un rifirrafe con el gobierno local al que acusa de incumplir los compromisos adquiridos para el ejercicio anterior. «Las peticiones son propuestas que deberían estar ejecutadas en 2022. Queremos que se comprometan a llevarlas a cabo definitivamente».

Los proyectos que defienden supondrían a las cuentas públicas 3,1 millones de euros. Solicitan la reurbanización de Martoko con una consignación de 900.000 euros para redactar y ejecutar el proyecto, «además de actuar en las evidentes carencias de urbanización en el eje de San Antonio a Zubiaurre».

Otros 900.000 euros para la renovación de la plaza Simón Arrieta, y que arranquen las obras en 2023. También piden atar otra partida de 50.000 euros para la redacción del proyecto de la segunda fase de la recuperación del campo de fútbol de Agorrosin con la ejecución en 2024 de los nuevos vestuarios y grada, «y como quedaría pendiente la tercera fase, proponemos la constitución de una mesa de trabajo colaborativa para la reflexión y planificación junto a BKE».

Y pretenden destinar 1,3 millones de euros al desarrollo de proyectos que caminen hacia la soberanía energética, como adelantaron los concejales Angel Murgiondo y Martin Etxaniz, «con este gobierno apenas hay avances en esta materia». Defienden actualizar la reflexión que plantearon en la legislatura 2015-2019, última que gobernaron, para desarrollar un sistema de calefacción conjunta a todos los equipamientos públicos en el área de Boni Laskurain como ambulatorio, San Joxepe, escuela de sordos, instituto Ipintza, San Martin Agirre, Agorrosin Gunea y otros.

Además quieren incrementar ayudas para poner placas solares en la obras de restauración de cubiertas, apoyar la retirada de elementos de fibrocemento, y propiciar un estudio para la colocación de placas fotovoltaicas en edificios públicos, «el gobierno municipal debe ejercer el liderazgo en esta materia».

Agirre tiene claro que el equipo que encabeza Gorka Artola no tiene capacidad de gestión, «como confirma el presupuesto 2023. No ha presentado ningún proyecto innovador ni han realizado ninguna planificación con el fin de sacar adelante los proyectos necesarios».

Recodaba la concejal que el gobierno en caso de no recibir ayudas externas no afrontará tres proyectos que ellos creen fundamentales, «se deberían de financiar con un plan plurianual. Hay que tener iniciativa». Los proyectos son: la reforma de la plaza San Martin y de Bidekurutzeta, «el proyecto lo dejamos redactado en la pasada legislatura y ahora ha llegado el momento de hacer el plan de financiación. Necesita elaboración y lamentablemente el gobierno no está capacitado para ello. Lo mismo ocurre con la obra de recuperación urbanística de gran parte del polígono de Amillaga, o la renovación del Frontón Municipal con cambio de cubierta, insonorización, recuperación del frontis y pared izquierda, y otras mejoras».

Dos reuniones han mantenido el PNV y el gobierno sin alcanzar un acuerdo, aunque «hasta el lunes queda tiempo», como destacaban desde la oposición, a pesar de que en los últimos tiempos ha crecido la crispación entre las formaciones.

Como insistió Agirre, «las declaraciones de EH Bildu respondiendo a nuestras críticas por no cumplir los compromisos asumidos, no se ajustan a la realidad como se reflejaron en los medios municipales, que utiliza el gobierno como suyos cuando se pagan con los impuestos de todos».

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