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Agentes de la Ertzaintza inspeccionan el lugar donde estaba el vehículo en el que han sido hallados los cuerpos de los dos jóvenes J. Ramos

Investigan la muerte de dos jóvenes dentro de un coche con el motor en marcha en Arrasate

Las dos víctimas, de 29 y 25 años, habían celebrado la nochevieja junto a sus amigos. Fueron encontradas en un parking, no tenían signos de violencia y será la autopsia la que determine la causa exacta del fallecimiento

JOXEBI RAMOS y Arantxa Aldaz

San Sebastián

Miércoles, 1 de enero 2020

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La última vez que les vieron con vida fue celebrando el año nuevo, junto al resto de amigos, en Arrasate; la siguiente ocasión, la cuadrilla lloraba desconsolada frente al cordón policial que protegía el escenario donde habían aparecido los cadáveres de dos jóvenes arrasatearras este miércoles por la mañana en la localidad del Alto Deba, sin entender qué había pasado entre medias. Los cuerpos sin vida de Sheila García Arnaiz y Jon Ander Kortabarria, de 29 y 25 años respectivamente, fueron hallados en el interior de un vehículo con el motor en marcha en el aparcamiento situado junto al instituto de Arrasate. Sin aparentes signos de violencia, la autopsia deberá determinar las causas de estas dos muertes que quebraron la tranquilidad del 1 de enero de la peor manera posible para dos familias y todos sus seres queridos. El hecho de que el coche estuviera en marcha y los ocupantes dentro podría apuntar a una posible intoxicación por monóxido de carbono debido a algún escape al encender la calefacción para no pasar frío, pero este aspecto no ha sido confirmado al completo y todas las fuentes insisten en que será la autopsia quien esclarezca lo sucedido. El informe toxicológico, cuyos resultados tardan varios días, será determinante.

La voz de alarma

La voz de alarma la dio sobre las 11.15 horas un chico que iba al monte, al observar que un coche estacionado se encontraba con el motor encendido y con dos pasajeros sentados en su interior, aparentemente inconscientes. Tras constatar que no respondían a sus gestos, llamó de inmediato a la policía. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas de la Ertzaintza, también de la guardia municipal y una ambulancia. Al parecer, el personal sanitario intentó reanimar sin éxito a la joven, que aún estaba con un hilo de vida al llegar los efectivos de emergencias, si bien a los pocos instantes falleció.

La zona, a las afueras del núcleo urbano y cercana al lugar de residencia de ambas víctimas, fue de inmediato acordonada para que los agentes pudieran realizar las primeras labores de investigación ocular y toma de huellas. En ese primer análisis, no se observaron signos de violencia ni criminalidad. Aunque las hipótesis siguen abiertas, la principal vía de investigación es una intoxicación por gases, lo que se denomina 'muerte dulce', ya que sus víctimas se quedan adormecidas, sin darse cuenta del peligro hasta que ya no se despiertan. En todo caso, la autopsia determinará cómo fallecieron los dos jóvenes.

Pronto llegaron también amigos de las víctimas, un grupo de chicos y chicas, que apenas podían articular palabra y que permanecieron en todo momento tras el cordón, testigos entre lágrimas de la terrible escena. Pasadas ya las tres de la tarde, personal de la funeraria trasladaron los cuerpos al Instituto Vasco de Medicina Legal en Donostia, para que hoy se les sea practicada la autopsia.

Las dos muertes han consternado el municipio y la comarca. Desde el Ayuntamiento trasladaron todo su apoyo a las familias. Sheila García Arnaiz es vecina del barrio Santa Teresa. Los vecinos se despertaron con la terrible noticia y, aún horas después, seguían sin poder creer lo sucedido. La joven fallecida, que había trabajado en varios supermercados de la zona, tenía una hermana mayor. Jon Ander Kortabarria residía en el cercano barrio de Musakola y trabajaba en la cooperativa Fagor Ederlan. Tenía también un hermano de menor edad. Ambas víctimas habían pasado el fin de año en compañía de otros amigos.

No ha pasado un año desde que el mismo barrio de Santa Teresa se viviera otra tragedia. El 3 de marzo, un bebé recién nacido fue abandonado en plena calle por su madre, menor de edad, después de dar a luz.

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