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Una pequeña medusa arrastrada por la marea el martes por la mañana a la orilla de La Concha. /USOZ
MEDIO AMBIENTE

La temporada de baños se abre en Gipuzkoa con presencia de medusas

Los primeros bancos en el Cantábrico fueron detectados en marzo, antes que otros años. Quince personas fueron atendidas por picaduras el lunes

BORJA OLAIZOLA

Jueves, 4 de junio 2009, 05:32

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DV. Las medusas volverán a acompañar este verano a los bañistas en las playas guipuzcoanas y lo harán con más intensidad si cabe que otros años. Eso es al menos lo que piensan especialistas consultados por este periódico después de que el lunes, primer día de la temporada de baños en San Sebastián y Zarautz, se detectase la presencia de numerosos ejemplares en la bahía donostiarra. «Si se han empezado a ver ahora a pesar de que la temperatura del agua no es aún muy alta no hay nada que nos haga pensar que vayan a desaparecer cuando el mar empiece a calentarse», comenta la bióloga donostiarra Isabel Guzmán.

La presencia de medusas no había pasado desapercibida a los bañistas que se sumergen durante todo el año en las aguas de la bahía. Una habitual de Ondarreta comenta que ya a finales del invierno comenzaron a detectarse los primeros ejemplares. «Otras veces no solíamos preocuparnos de las medusas hasta que llegaba el verano, pero esta año ya desde el mes de marzo han estado entrando en la bahía con cierta frecuencia. Ha habido gente con picaduras, pero como hasta el verano no hay servicios de socorro no se contabilizan».

La bióloga Isabel Guzmán, que realiza salidas en velero los fines de semana para avistar cetáceos, corrobora que las medusas han llegado este año con bastante antelación. «Empezamos a verlas en marzo y nos sorprendió bastante porque tradicionalmente no empiezan a aparecer hasta que se calienta un poco el agua. Nunca hasta este año las habíamos visto tan pronto». Las causas que explican su presencia son múltiples aunque simplificando se podrían reducir a dos: la ausencia de depredadores como tortugas o grandes atunes que antes se las comían y la creciente dilución en las aguas marinas de contaminantes como fosfatos o nitratos que les sirven de alimento.

Los servicios de socorro tuvieron noticia de la presencia de medusas el lunes, el día de su estreno en las playas de Gipuzkoa. La Cruz Roja realizó ese día quince asistencias por picaduras: diez en La Concha, tres en Ondarreta y dos en la Zurriola. En Zarautz, única localidad junto a San Sebastián que ha abierto la temporada de playas, no se registraron lesiones por medusas.

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A Joan Freixá, director de Socorro y Emergencia de Cruz Roja de Gipuzkoa, no le sorprende demasiado la llegada de medusas en estos primeros compases de la temporada. «Son las medusas pequeñas, las que vienen por aquí desde hace ya muchos veranos», dice Freixá, que recuerda que el problema no es nuevo. «Si echamos la vista atrás nos damos cuenta de que desde los ochenta ha habido oleadas de medusas en todo el Cantábrico. En San Sebastián se llegó a instalar una red para impedir que entrasen en la bahía aunque la idea no prosperó porque cedió por la presión del mar».

Los datos que aporta Freixá confirman que las medusas forman parte del paisaje veraniego de las playas guipuzcoanas. Sus picaduras se incorporan ya a los informes de la Cruz Roja como un listado estadístico más. En 2006, precisa Freixá, se atendieron en las playas de Gipuzkoa a 850 personas por medusas, cifra que se reduce a 782 en 2007. El año pasado los afectados se redujeron a 408 aunque hay que puntualizar que el descenso tiene más que ver con el mal tiempo que con la caída de la población de medusas.

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Al responsable de Cruz Roja, no obstante, le llama la atención que todos los focos apunten a las medusas cuando hay otro habitante de las playas, el sabirón o salvario, que provoca bastante más problemas. Este pez, que acostumbra a estar enterrado en la arena de la orilla, tiene un aguijón que produce un intenso dolor a quien tiene la mala fortuna de pisarlo. La atención a los afectados por su picadura figura a la cabeza de las intervenciones de la Cruz Roja en Gipuzkoa. Fueron 600 personas el año pasado y más de 900 en 2007.

Todo parece indicar que la pugna entre las medusas y las autoridades municipales vivirá este verano un nuevo episodio. El concejal Alberto Rodríguez, responsable de las playas, recuerda que desde el lunes opera en la bahía la embarcación que en los últimos años se ha encargado de retirarlas. «La experiencia nos ha demostrado que es el método más eficaz para combatir a las medusas, ya que otros sistemas como el de las redes no funcionaron por la fuerza de las corrientes en la bahía», comenta.

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Ejemplares muertos

Rodríguez admite que el del lunes no es el primer avistamiento de medusas de la primavera. «Es la segunda oleada que detectamos. La mayoría de las que se vieron el lunes estaban muertas pero eso no impide que sigan picando cuando las tocas», dice el concejal. De momento, tanto los servicios municipales como la Cruz Roja se mantienen en alerta en previsión de que llegue la temida , una medusa más peligrosa que el año pasado sembró el pánico en buena parte de la cornisa cantábrica.

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