«Lo transfronterizo no ha ido tan rápido como debía y ahora lo estamos pagando»

El Consorcio Transfronterizo Bidasoa Txingudi fue fundado el 23 de diciembre de 1998 con el objetivo de que los tres municipios firmantes, Irun, Hondarribia y Hendaia, dispusieran de la herramienta adecuada para un trabajo común por encima de la frontera. Con los años, han surgido proyectos como la Eurociudad Baiona-San Sebastian o la Plataforma Aquitania-Euskadi. Jean-Baptiste Sallaberry, alcalde de Hendaia, asumió la pasada semana la presidencia del Consorcio con una declaración de intenciones: «hay que solucionar problemas concretos del día a día a los ciudadanos».

-Desde hace años están sobre la mesa algunos de esos problemas prácticos (autobús entre las tres ciudades, taxis, sedimentos de la bahía...) ¿Qué impide encontrar soluciones?

-En el Consorcio hay un planteamiento común, pero la realidad es que las leyes son diferentes. No son cosas de vida o muerte, pero te queda un sabor amargo cuando intentas resolver un problema transfronterizo y no puedes porque te enredas en cuestiones jurídicas de competencias, si decide Vitoria o Madrid, por ejemplo. Lo transfronterizo no ha ido tan rápido como debía y ahora lo estamos pagando. Queda mucho por hacer para que esto vaya tan fluido como debiera.

-¿Y qué puede hacer el Consorcio?

-Lo primero, hablar y reflexionar, hace mucho que no lo hacemos. Necesitamos un plan estratégico para saber qué queremos ser, qué nos interesa hacer, porque cada vez hay más instituciones ocupándose de lo transfronterizo. Los tres alcaldes tenemos claro que el Consorcio debe seguir, pero estamos en un cruce de caminos y tenemos que reflexionar para decidir hacia dónde iremos.

-¿Cuáles son ahora mismo los ámbitos de trabajo del Consorcio?

-Fundamentalmente, promover la integración social con actividades culturales (BidasoaFolk, danza, teatro de calle...) y deportivas (Vuelta Ciclista al Bidasoa, Descenso del Bidasoa con Aletas, vela...). También hay trabajo común en turismo y en cuestiones medioambientales. Quisiera que el Consorcio abriera nuevos espacios de trabajo, pero siempre evitando hacer lo que ya hacen otras instituciones transfronterizas.

-¿En estos años, qué competencias ha perdido el Consorcio?

-Sobre todo, el desarrollo económico. Aquí, esa competencia la tiene ahora la Communauté de Communes, que desarrolla proyectos transfronterizos con Bidasoa activa.

-La aparición de las Communautés de Communes en 2006 transformó la administración francesa.

-Mucho. Competencias que antes tenían los ayuntamientos, muy pesadas a nivel financiero, las tienen ahora las Communautés. En nuestro caso, Sud Pays Basque, somos 12 ayuntamientos: dos grandes (Hendaia y San Juan de Luz) varios medianos (Ciboure, Urruña y Senpere) y otros más pequeños. Así podemos afrontar obras grandes que no podríamos hacer solos. Es un sistema de gestión más eficaz.

-¿Podría ser que, en el futuro, en el Consorcio hubiera 14 ciudades?

-De eso también tendremos que hablar. Tenemos que buscar tiempo y abrir esa reflexión. Pero es difícil, porque cada uno tenemos mucho que hacer en nuestra propia ciudad.