La receta médica de papel desaparecerá en Euskadi en marzo de 2013

Las recetas del médico en papel, con esos garabatos que solo era capaz de descifrarlos el bueno del boticario, pasarán a la historia en marzo del año que viene. Osakidetza comenzará en agosto a implantar el sistema de receta electrónica en Euskadi. La extensión será progresiva y finalizará en el primer trimestre de 2013. A partir de entonces, para adquirir un medicamento con prescripción médica en las farmacias de Euskadi bastará con enseñar la tarjeta sanitaria provista de un chip, con la que el farmacéutico comprobará el fármaco que debe dispensar. El sistema evita posibles errores de interpretación de las recetas y dispensación de las medicinas, alerta sobre posibles interacciones con otros medicamentos y permite la comunicación directa, on-line, entre el farmacéutico y el médico. Todo esto redunda en la mejora de la adherencia a los tratamientos y en la seguridad en la toma de la medicación.

Jesús María Fernández, viceconsejero de Sanidad; Paloma Acevedo, directora de Farmacia del Gobierno Vasco; y Carlos Sola, subdirector de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, explicaron ayer los detalles del sistema de la receta electrónica, que se pondrá en marcha de forma piloto en julio en cuatro farmacias de Derio, Vitoria y Rivabellosa.

Su implantación llega con retraso -se llegó a anunciar para finales de 2011- pero la complejidad del sistema han hecho que no haya podido estar listo hasta el próximo mes de agosto. «Hacer realidad e.rezeta -así se ha bautizado a la receta electrónica- ha requerido y requiere hacer profundos cambios estructurales del sistema operativo en el sistema sanitario público vasco», aseguró el viceconsejero de Sanidad.

Según explicó, se ha configurado un vademécum universal único, dentro de todos los niveles de la red sanitaria vasca. Además, se ha creado un sistema universal de prescripción, para el que los médicos han revisado y regulado seis millones de prescripciones que figuraban en los historiales de Osakide-tza, correspondientes a un millón y medio de pacientes. Este sistema, entre otras posibilidades, permite detectar duplicidades o posibles interacciones entre medicamentos, antes de ser dispensados. Además, en el caso de medicamentos costosos o especiales, se ha creado un visado electrónico, que sustituye al tradicional sello de Inspección.

Para que el sistema funcione, los usuarios recibirán en su casa, por carta, la nueva tarjeta sanitaria.El Departamento vasco de Sanidad ha reservado 4,7 millones de euros para su puesta en circulación, ya que cada unidad tiene un precio de 2,2 euros. Todas ellas dispondrán de una banda magnética y chip. El chip permitirá el acceso a la información sanitaria del paciente y la banda magnética facilitará la interoperabilidad con otros sistemas. Como la actual tarjeta, incluirá un elemento identificativo del Sistema Nacional de Salud.

Las ventajas de la nueva tarjeta y de la receta electrónica son muchas, sobre todo para los pacientes crónicos. Podrán obtener los medicamentos sin necesidad de acudir a su centro de salud con la periodicidad actual, ya que permitirá facilitar tratamientos a largo plazo.