Osakidetza vigila la radiación que reciben los niños
Implanta un sistema para «minimizar los riesgos» de las pruebas diagnósticas con radiaciones ionizantes
J. GUILLENEA
Martes, 14 de febrero 2012, 04:02
El Sistema Vasco de Salud ha puesto en marcha un sistema que consiste en registrar las radiaciones ionizantes que acumulan los pacientes para que consten en su historial clínico y se eviten así las exposiciones innecesarias que podrían acarrear efectos secundarios como el cáncer. Este sistema, denominado historial dosimétrico, tiene como prioridad a los niños, el grupo más sensible a las radiaciones.
El uso de técnicas diagnósticas como la tomografía computarizada (TAC) en Pediatría es cada vez más frecuente, debido en gran medida a que la rapidez de la prueba disminuye la necesidad de sedar a los niños, grupo al que se hace en la actualidad alrededor de 2.000 TAC al año en el País Vasco. Durante la presentación de la iniciativa, la jefa de la sección Física-Médica del Hospital de Txagorritxu, Marian García Fidalgo, afirmó que los niños son los más sensibles a las radiaciones, por lo que es fundamental llevar un «control férreo» que minimice los riesgos y maximice los beneficios. Por ello, las autoridades sanitarias del País Vasco han situado la protección radiológica a los niños en la primera línea de sus prioridades.
El historial dosimétrico se lleva a cabo con los más pequeños en los hospitales públicos vascos desde el 1 de enero, aunque está prevista su aplicación a los adultos en una fase posterior. El objetivo es tener constancia sobre todo de las pruebas con mayor grado de radiación, como los TAC, ya que las radiografías convencionales no suponen un riesgo importante para la salud.
Mayor impacto
La tomografía computarizada es la de mayor impacto en cuanto a las dosis de radiación, pues produce entre el 40 y el 70% de toda la radiación empleada con fines diagnósticos, a pesar de que representa el 5% de las exploraciones con radiaciones ionizantes.
La protección radiológica, que es el fundamento de la nueva herramienta presentada ayer, busca prevenir la incidencia de efectos deterministas, que son aquellos cuya gravedad depende de la dosis, como los eritemas en la piel o las cataratas en los ojos, y la de efectos no deterministas, que son los que no se producen con seguridad, aunque su probabilidad aumenta en función de la dosis, y donde cualquier radiación es potencialmente nociva.
El director general de Osakidetza, Julián Pérez Gil, explicó ayer que las radiaciones ionizantes son una «herramienta imprescindible» en el ámbito asistencial, tanto por su uso en determinadas pruebas de radiodiagnóstico como en procedimientos de medicina nuclear y de radioterapia. Su implantación permitirá concienciar a los pacientes y a los médicos de que la radiación tiene efectos secundarios que hay que evaluar y sopesar antes de ordenar la realización de determinadas pruebas diagnósticas
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, instó por su parte a la sanidad privada a llevar a cabo un sistema similar a fin de que los profesionales tengan una información completa sobre las exposiciones a las que se ha sometido realmente un paciente.