960 guipuzcoanos dependientes están a la espera de plaza en una residencia
Bidasoaldea es la comarca con una mayor demora, 354 días, frente a los 75 de Debagoiena. La Diputación revisará el modelo de atención para avanzar hacia la gestión propia de los centros
ARANTXA ALDAZ aldaz@diariovasco.com
Sábado, 24 de septiembre 2011, 11:15
En Gipuzkoa hay 1.225 personas que están a la espera de una plaza en una residencia o centro de día. Son ancianos con problemas para valerse por sí solos, enfermos mentales y discapacitados. El tiempo medio de demora se sitúa en 191 días, aunque hay diferencias abismales entre comarcas. Bidasoaldea es la que mayores problemas arrastra, con casi un año de demora media (354 días), mientras que en Debagoiena, la mejor situada en esta comparativa, son 75 días. Donostialdea acumula una demora de 228 días.
La radiografía del mapa asistencial del territorio ofrecida ayer por la Diputación foral refleja de forma evidente el difícil reto del envejecimiento de la población, que se asoma con inquietud por las implicaciones sociales y económicas que supone. En la próxima década, el número de personas mayores de 65 años crecerá un 26%, pasando de 128.000 a 163.000 en Gipuzkoa. La población de más de 80 años aumentará un 42% y superará en 2012 las 50.000 personas. El esquema se completa con el número de guipuzcoanos con discapacidad total, que pasará entre los mayores de 65 años de 5.000 a 7.000. Las mujeres vascas llegarán a vivir 87,3 años y los hombres 81,2, una buena noticia porque los guipuzcoanos vivimos más, pero que requiere de respuestas asistenciales para no convertir la mayor longevidad en un problema irresoluble.
El desafío no es nuevo, pero desde luego sí cada vez más acuciante. El diputado de Política Social, Ander Rodríguez, se comprometió ayer a «hacer frente al problema de las listas de espera en un plazo corto» de tiempo. Su departamento, una de las carteras con mayor peso para la gestión foral, aumentará el número de plazas concertadas en diferentes centros privados de Gipuzkoa, con el objetivo final de avanzar de forma «paulatina hacia la gestión propia de los centros residenciales», anunció el diputado. A juicio de Rodríguez, el modelo implantado por los anteriores gobiernos forales «condiciona la situación actual del departamento que, a pesar de las dificultades económicas con las que se ha encontrado», intentará recomponer.
64 residencias
Gipuzkoa cuenta con 64 residencias, gestionadas bajo diversas fórmulas. Hay centros forales de gestión directa e indirecta; centro propios con concesión administrativa; residencias municipales con plazas concertadas; residencias privadas con plazas subvencionadas, y centros privados con y sin concertación. En total son 5.278 camas, que resultan a todas luces insuficientes.
Las residencias para personas mayores son las que mayor lista de espera acumulan (843 personas), seguidas de los centros de día para ancianos (205), las residencias de personas discapacitadas (50), las residencias para personas con trastorno mental (67), los centros de día de discapacitados (31) y los centros de día para personas con trastorno mental (18), según detalló ayer la directora foral de Atención a la Dependencia, Txelo Pérez, durante la visita a las obras de la residencia de Betharram de Hondarribia, en la que también estuvo el diputado Ander Rodriguez; el alcalde de la localidad, Aitor Kerejeta; la concejala de Servicios Sociales, Maite Peláez, y los responsables técnicos de las obras.
La apertura de este centro, prevista para el próximo mes de abril, paliará el déficit de plazas residenciales en la comarca del Bidasoa. El nuevo centro, que ha supuesto una inversión de 12,5 millones de euros, cuenta con 150 plazas residenciales, de las cuales 112 serán concertadas, es decir, subvencionadas con dinero de las arcas forales: 58 plazas para mayores dependientes, 30 psicogeriátricas y 24 para enfermedad mental. Además, en el mismo edificio se situará el centro de día para mayores dependientes con 30 plazas, 18 de ellas concertadas.
Durante la anterior legislatura, la Diputación abrió cinco nuevas residencias en Lazkao, Zumarraga, Zumaia, Aretxabaleta y Tolosa, con un total de 441 plazas. El próximo año se inaugurará el geriátrico de Hondarribia y en 2013 el de Elgoibar (150). Se han inaugurado ocho centros de día, en Antzuola, Aretxabaleta, Errenteria, Ordizia, Tolosa, Zarautz, Zumarraga y Donostia, con 283 plazas. Pero la demanda sigue siendo muy superior a las disponibilidades reales.
La Diputación tiene la obligación, por ley, de responder a esas solicitudes y atender en condiciones a las personas en situación de dependencia, ya sean ancianos, discapacitados o enfermos mentales. Así lo recoge la Ley de Dependencia, que fue aprobada en 2007 pero cuyas prestaciones empezaron a cobrar las personas beneficiarios en enero de 2008, con carácter retroactivo al año anterior.
A fecha de 31 de diciembre de 2010, un total de 17.881 guipuzcoanos habían sido valorados de su discapacidad según los baremos recogidos en la normativa, de los cuales estaban siendo atendidos en residencias o través de la ayuda domiciliaria 16.026 (el 90%). Otras 2.931 personas se han beneficiado este año de la ley, ya que corresponden a la valoración de dependientes moderados (Grado I nivel 2), que tienen derecho a recibir una ayuda mínima de 60 euros al mes y máxima de 300. El calendario de aplicación de la ley ha sido progresivo. El último plazo de la norma se cumplirá el 1 de enero de 2013, cuando puedan beneficiarse de las ayudas económicas el colectivo de dependientes moderados, valorados como dependientes del Grado I nivel 1. El desarrollo de la norma compete a las comunidades autónomas. Euskadi es una de las que mejor están cumpliendo con la ejecución de la ley, si bien el Ararteko llamó la atención el pasado mes de junio sobre los retrasos a la hora de pagar las ayudas en un 19% de los casos.